domingo, 30 de marzo de 2014

RUTINA FULL BODY. CONSIDERACIONES PREVIAS.

   Bueno, ya sabemos que la ineficiencia, es decir el empleo de más recursos (energía) de los necesarios para cumplir un objetivo, se convierte quizás en el camino más efectivo para aumentar la hipertrofia con el mínimo daño posible a nuestra estructura.

   La ineficiencia puede ser aplicable tanto a los entrenamientos de cuerpo completo o full body, como a los fraccionados, tipo weider, que vimos en el post anterior.

sábado, 29 de marzo de 2014

HOY SI VOY A HABLAR DE WEIDER



  Antes de continuar con la segunda parte de la rutina FULL BODY, hoy sí voy a hablar de Joe Weider, por supuesto que no de su vida (bueno un poco), pero sí de su legado para el mundo del culturismo y de rebote también para el mundo del fitness.

viernes, 28 de marzo de 2014

RUTINA FULL BODY, PERO ANTES HAGÁMONOS INEFICIENTES

    Hace ya tiempo que vengo realizando durante periodos más o menos largos, rutinas FULL BODY, es decir, las que trabajan todo el cuerpo en un solo entrenamiento. Actualmente es la que sigo y difícilmente abandonaré este sistema, al no ser que otra forma de entrenar aparezca en el futuro como más efectiva, cosa que hoy por hoy dudo.

    ¿Por qué pienso que esta forma de entrenar es mejor que las rutinas dividas convencionales?, bueno la explicación quizás no satisfaga a muchos seguidores de los entrenamientos convencionales, pero voy a tratar de explicitar algunos motivos:

  • En primer lugar, las rutinas FB requieren menos series por grupo muscular; esto en un principio puede considerarse como algo negativo por muchos de los que están acostumbrados a realizar un sinfín de series como el camino más seguro para dar una óptima estimulación de la fibra muscular, y que a la postre debería traducirse en un incremento de la musculatura. Pero en realidad el músculo requiere del estimulo correcto (ni más ni menos) si nos pasamos, produciríamos un excesivo desgaste, dificultando enormemente el proceso de síntesis muscular. 
  • En segundo lugar, las rutinas FB requieren por regla general de menos duración. en este sentido podríamos hablar de un tiempo comprendido entre los 15 y los 40 minutos.
  • En tercer lugar, las rutinas FB tratan al cuerpo como un todo, como un bloque que es íntegramente trabajado. Evitando que determinados grupos que nos gustan menos se queden rezagados. 
  • En cuarto lugar, al desgastar completamente un grupo muscular grande como puede ser el dorsal o el pectoral en una sesión de entrenamiento, lo más normal, es que otros secundarios (hombro, bíceps, tríceps) queden igualmente impedidos de trabajar adecuadamente en esa misma sesión o incluso al día siguiente, dando lugar a un mayor desgaste de estos músculos secundarios.

   Pero en realidad,  esto tampoco son motivos más que suficientes como para decantarnos por este entrenamiento integral del cuerpo. Hay algo que considero todavía más importante que todo esto, y no es lo qué hago, SINO EL CÓMO LO HAGO. Esta es sin duda la clave más importante de todas. La relación que se establece entre nosotros y el peso, es el factor más determinante para incentivar la hipertrofia muscular. Pero para que se produzca una "SANA RELACIÓN" debemos centrarnos en lo que es realmente importante:
  1. EL PESO ES UN MEDIO PARA CONSEGUIR UN FIN, NO ES EL FIN EN SÍ MISMO (hablamos de hipertrofia claro está)
  2. LA PERFECCIÓN DEL MOVIMIENTO TAMPOCO ES EL FIN, SINO TODO LO CONTRARIO (cómo luego veremos)
  3. TAMPOCO ES EL FIN CONSEGUIR EL MAYOR NÚMERO DE SERIES O REPETICIONES.
   ¿ENTONCES CUÁL ES EL FIN?. El fin es LA HIPERTROFIA MUSCULAR. Vale, ¿y cómo se consigue?. Haciendo que nuestro músculo trabaje de manera INEFICIENTE, ¿qué es esto?. Veamos, la EFICIENCIA significa conseguir algo con la mínima cantidad de recursos posibles, esto traducido y al revés significa que al trabajar de manera ineficiente vamos a conseguir aumentar nuestra masa muscular pero empleando LA MÁXIMA CANTIDAD DE RECURSOS POSIBLES (energía). Esto parece una auténtica incongruencia, ¿verdad?, lo más lógico es que intentemos conseguir algo empleando la mínima cantidad de energía. ¡Y es cierto!, pero no para aumentar el tamaño de músculo. La eficiencia sería lo más lógico para deportes centrados en el movimiento, como puede ser el atletismo, la natación. el remo, el ciclismo, etc,etc, etc, incluso LA HALTEROFILIA, ¿la halterofilia?, esto si que parece una contradicción..., cualquier deporte que se base en el movimiento para llegar más lejos, o levantar más peso debe economizar recursos (mínimo esfuerzo--máximo resultado). Cuando salimos a correr, la eficiencia de nuestra pisada, el braceo, la respiración, deben proporcionar en su conjunto un movimiento suave, armónico y equilibrado que trate de impulsarnos con el mínimo esfuerzo (energía) posible. El fin es el desplazamiento; si este requiere de menos coste energético, conseguiremos ir más lejos con los mínimos recursos posibles.

    La hipertrofia, requiere ir en contra de lo que parece lógico, porque en definitiva lo que debe suceder no es ajeno a nosotros mismos, sino que está en nuestro interior.

  Voy a poner un ejemplo para ver si realmente entendemos este concepto. Imaginemos que trabajamos en una cadena de producción, y nuestra labor consiste en coger un rueda del suelo y levantarla a una altura de un metro para acoplarla al disco del vehículo y luego apretar las tuercas, y esto mismo debemos estar haciendo durante 8 horas seguidas. Lo que trataremos es de esforzarnos lo mínimo posible, no para vaguear, sino para aguantar dignamente las 8 horas de trabajo. Pero a pesar de ello, las agujetas habrán sido enromes durante los primeros días o semanas, pero pasado este tiempo, nos habremos acostumbrado al trabajo y se hará incluso llevadero. Efectivamente, en este tiempo no solamente habremos conseguido reforzar la musculatura implicada, sino que técnicamente habremos buscado el movimiento menos costoso, (perfección de la técnica) para tratar de cansarnos lo mínimo posible y ahorrar energía. Esto no es lo que queremos conseguir con la hipertrofia muscular. El movimiento debe ser ineficiente, el ángulo el más comprometido, el empuje mucho mayor que el peso a mover..., si todas estas ideas se aplicasen en  nuestro trabajo de montador de ruedas, seguramente ese mismo día estaríamos de patitas en la calle al caer rendidos al suelo en la primera hora de trabajo.

  Ahora vamos al gimnasio, vamos a situarnos debajo de la máquina del press de banca, carguemos 100 kg, y tratemos de hacer las máxima repeticiones posibles, vale todo, cualquier truco es posible con tal de que podamos mover el mayor número de veces el peso. Arqueo de espalda, culo levantado del asiento, bloqueo, utilizar el pecho como trampolín (esto está bien para aplicarte el masaje cardíaco je,je). Después de todas estas triquiñuelas que todos conocemos bastante bien, habremos logrado completar 10 repeticiones. ¡NO ESTÁ MAL!. Esta sería la forma de trabajar en nuestra planta de producción. Ahora vamos a utilizar la ineficiencia. 

  Nos situamos bajo, la barra, la levantamos del soporte, y la hacemos descender lentamente, percibiendo como el pectoral, a medida que el peso desciende, se va estirando. Una vez que el peso llega al punto más bajo, la barra roza sutilmente el pectoral pero no descansa, aguantamos un segundo e iniciamos el impulso ascendente con suavidad, pero a la vez APRETAMOS CON TODAS NUESTRAS FUERZAS EL PECTORAL (únicamente), hasta que la barra llegue a la parte superior, pero sin llegar a bloquear los codos, y de este modo descendemos nuevamente, repitiendo este proceso, al final las repeticiones ejecutadas serán menos..., muchas menos. 

   Esto es parte de la ineficiencia del movimiento, pero no es todo..., esta es la primera parte, la más fácil tal vez de ejecutar, pero la conexión que se debe establecer para que esa ineficiencia sea productiva es un camino mucho más largo, mientras no seamos capaces de conexionar adecuamente con cada uno de los músculos que deben estar implicados en el movimiento para EXIGIRLES MÁS ENERGÍA DE LA QUE ES NECESARIA  no podremos hacerlo realmente "improductivo".

  Ayer Daniel Ruiz dijo en Twitter "La clave para la hipertrofia no es levantar 200 kg, sino entrenar para que 5 kg cuesten  levantarlos como si fueran 200" ¡ESTO ES LA INEFICIENCIA DEL MOVIMIENTO!, EMPLEAR MUCHA MÁS ENERGÍA DE LA QUE A PRIORI ES NECESARIA. La verdad es que el camino que se abre con esta idea no tiene limite, de tal forma que siempre podremos perfeccionar el movimiento para hacerlo"imperfecto". Con el tiempo podremos conseguir esta sensación en cualquier músculo que trabajemos. Es lógico que tengamos una mayor "conexión" con determinados grupos musculares, pero mientras no lo consigamos con TODOS, los resultado siempre serán parciales.

   Este es un camino que puede durar mucho tiempo, pero es la forma en la que deberemos trabajar para conseguir hipertrofiar eficazmente el músculo, EVITANDO ADEMÁS SOBRECARGAR NUESTRA SISTEMA OSTEOARTICULAR CON PESOS DESCOMUNALES QUE TARDE O TEMPRANO PASARAN FACTURA A NUESTRA ESTRUCTURA (doy fe). 

   

jueves, 27 de marzo de 2014

HABLANDO DEL FITNESS

   De todos los deportes que he realizado a lo largo de mi vida sólo hay uno en el que las cosas parecen funcionar de un modo distinto al resto, me refiero al fitness y/o culturismo.

   Son muchos los años que llevo en un gimnasio de los llamados "de pesas", tantos como 26, y en este dilatado tiempo sí que he podido percibir distinciones notables con respecto a otros deportes que también he practicado, y no me refiero a las que pueden resultar obvias al hablar de diferentes actividades deportivas. Es más bien una cuestión de personalidad.

   Durante tantos años, he tenido tiempo de conocer a muchas, a muchísimas personas, algunas con muy buenas cualidades físicas y otras no tanto, y aunque tampoco faltaron aquellos que conseguían desarrollos espectaculares en tan sólo 6 meses gracias a la ayuda artificial dispensada por los esteroides, no se puede decir ni mucho menos que fuese la gran mayoría de los concurrentes. Pero ahí estaban, todo hay que decirlo. Pero es cierto, que habiendo pertenecido al mundo de las artes marciales me chocaba la superficialidad con la que se solía trabajar en los gimnasio de pesas.

   La gran mayoría, como sucede actualmente, era gente normal y corriente, cómo tal vez lo era yo, con la única pretensión de mejorar el aspecto físico, no se si también la salud, pero me da la sensación que la estética era y sigue siendo el motor más importante de todos.  Con 17 años que tenía por aquel entonces, el entrenamiento con pesas me fascinó, el mover kilos se convirtió en una pasión, que me ayudó a mejorar en otros deportes como el taekwondo, atletismo o boxeo.. Las pesas fueron para mí esa segunda actividad que sirvió de complemento indispensable para el desarrollo de las anteriores, hasta que poco a poco, y sin prácticamente darme cuenta, el segundo plato se convirtió en la actividad principal y más importante de mi vida. Al menos, hasta que me dedique en cuerpo y alma a la oposición de bomberos, donde nuevamente pasó a ser el complemento.

   Al mirar atrás veo muchos errores que podría haber evitado y no hice..., errores que me llevaron a lesiones graves, como una hernia discal o la rotura parcial del pectoral, sin tener en cuenta las diversas tendinitis que a lo largo de tantos años he padecido en alguna ocasión. Pero es cierto...,  la mentalidad en muchas ocasiones y de manera imperceptible te cambia con el transcurrir del tiempo. Es como contagiarse de una atmósfera pútrida que te lleva a valorar en exceso lo que no es importante y por contra olvidar las cuestiones vitales.

   Después de unos cuantos años de entrenamiento, es posible que ya contagiado por ese ambiente que lo impregna todo, tu forma de entender la realidad se vaya progresivamente transformando, y consideres esencial el peso. Es como una especie de "mantra" que constantemente se repite: "para ponerte grande debes mover muchos kilos". Pero esta frase que parece vacía de contenido, en realidad, encierra dos mensajes que a la postre pueden resultar fatídicos si no se interpretan correctamente: TAMAÑO Y KILOS.

   Mientras que en deportes como el atletismo te enfocas en correr más y mejor, depurando la técnica y realizando un entrenamiento acorde a dicho fin. En el culturismo, en principio, el fin es conseguir el máximo tamaño, y para ello debes manejar muchos kilos. Y en este camino, es en el que entran casi todos los que comienzan a entrenar con pesas. Siempre a más, si hoy he manejado 70 kg en press de banca, dentro de una semana 75kg, y así hasta llegar a la barrera psicológica de los 100 kg, y a partir de aquí nuevamente buscando el limite para situarlo más allá,  siempre más allá, con el pensamiento siempre fijo en esta cuestión. La forma, algo tan importante en otros deportes, poco a poco van pasando a un segundo plano, lo importante es manejar muchos kilos. De este modo se comienza a recortar el movimiento, a utilizar las inercias, a buscar los ángulos más favorables..., cualquier cosa con tal de conseguir movimiento.

  Pero claro estos avances en el peso no referencian del mismo modo amplias ganancias musculares porque en realidad no están incidiendo directamente en los grupos musculares que deberían ser partícipes del movimiento, sino que se diluyen en el resto del cuerpo sobrecargando en exceso la estructura corporal, que con el tiempo no tardará en mostrar signos de agotamiento.

  Pero además de este exceso de peso que tanto atenta contra la correcta forma de ejecutar un movimiento preciso, hay un exceso de trabajo, las rutinas divididas en grupo musculares, realmente no son el estímulo más necesario para incentivar el crecimiento muscular. Es posible que mucha culpa de esto lo tenga las cientos de revistas que hablan sobre el tema, los principios de Weider, o simplemente una dinámica creada en Estados Unidos a principios de los años 50 y posteriormente exportada al resto del mundo. La verdad es que no lo sé, pero tampoco me preocupa en exceso, simplemente sé que no son la mejor forma de conseguir la hipertrofia muscular y sí tal vez el sobreentrenamiento o el estancamiento, al no ser que necesites una "ayuda extra". En definitiva, al exceso de peso manejado, hemos de añadir un sinfín de series por grupo muscular, que más que representar un estímulo óptimo para incentivar el crecimiento muscular, suponen un desgaste descomunal que POR SUPUESTO PODRÍAN REQUERIR la ayuda de algún tipo de complemento: VITAMINAS, MINERALES, ANTIOXIDANTES, BATIDOS DE PROTEÍNAS, CREATINAS, GLUTAMINAS, BCAA's, PRECURSORES DEL OXIDO NÍTRICO, LEUCINA, Y UN LARGO ETC, se convierten en el arsenal que cualquier culturista que se precie ha de tener presente si quiere continuar por la senda del crecimiento. ¡Madre mía, esto suena a NEGOCIO MUY LUCRATIVO PARA ALGUNOS LUMBRERAS!.

  Seguiré hablando de esta cuestión si interesa claro está.




 

miércoles, 26 de marzo de 2014

UNA CUESTIÓN DE SUPLEMENTOS

   Si hay algo que puede definir las últimas décadas del siglo pasado y los primeros compases del presente, es la expansión colosal que han experimentado los suplementos alimenticios. Este negocio más rentable no puede ser a tenor de las cifras que se manejan tan sólo en Estados Unidos, donde estaríamos hablando de cantidades cercanas a los 25.000 millones de dolares anuales, por lo que una extrapolación a nivel mundial es como para poner los pelos de punta.

  Pero uno podría pensar que un negocio tan boyante no puede ser fruto de la casualidad, es decir, no pueden estar vendiendo únicamente humo y proseguir esta expansión tan vertiginosa como si tal cosa, al no ser que realmente los SUPLEMENTOS DIETÉTICOS FUNCIONEN. Por tanto, podemos concluir, siguiendo la máxima de: "todo el mundo no puede estar equivocado", que los suplementos pueden ser una opción bastante aconsejable sea cual sea el motivo que nos empuja a su consumo, ¿verdad?.

   El problema que yo veo a este planteamiento, es que la verdad no es sostenible únicamente por la cantidad de personas que la sustentan, y en muchas ocasiones la verdad suele caminar solitaria, lejos del mundanal ruido que propician las grandes aglomeraciones. Es cierto que a medida que la alimentación ha ido perdiendo calidad nutricional, otra serie de compuestos han venido a suplir las carencias dejadas por esta. La idea en un principio podría ser buena, pero todo en la vida hay que tomarlo con relativa precaución, porque no siempre podríamos saber si se trata de una auténtica necesidad la que subyace en la toma de un producto concreto o más bien se trata de espurios y artificiales intereses comerciales los que crean esa falsa necesidad.

   Los preparados multivitamínicos, las vitaminas aisladas, los minerales, los antioxidantes son frecuentemente tomados por la población en general que entiende que las cantidades dispensadas por nuestros alimentos son insuficientes. Y esta insuficiencia viene originada precisamente por el empobrecimiento de nuestras tierras de cultivo ocasionado por procesos intensivos agrícolas que progresivamente van detrayendo del suelo los minerales que contienen. Pero no sólo es una cuestión de la menor calidad nutricional de los alimentos que consumimos la que nos demanda un aporte extra. Nuestra forma de vida, altamente exigente y compleja, parece imponernos mayores concentraciones de vitaminas y minerales para funcionar correctamente. El estrés, el tabaquismo, el alto consumo de azúcares, el alcohol, los aditivos alimentarios, los pesticidas, los metales pesados, el deporte extremo, los medicamentos y el deterioro de nuestra flora intestinal son situaciones que en principio pueden aumentar el requerimiento de estos micronutrientes. Lógicamente la carencia de una o varias de estas vitaminas dará lugar a una sintomatología un tanto difusa, pero que generalmente suele cursar con cansancio, apatía, desgana..., en definitiva, falta de energía que parecen indicar que las cosas no van del todo bien. Y es en este momento cuando recurrimos a la suplementación, pero, ¿estaríamos, acaso, haciendo algo malo?. Lógicamente cada uno puede hacer lo que quiera en este sentido, pero antes de tomar nada en concreto deberíamos examinar nuestros hábitos para intentar descubrir qué es lo que podríamos mejorar.

     Si fuese por cualquiera de las situaciones anteriormente descrita, creo más razonable, dejar de fumar que suplementarse con vitamina Cdejar de beber alcohol que necesitar más vitamina del grupo Bbajar el consumo de azúcar que suplementarse con B1 o picolinato de cromotomar el sol y salir a pasear al aire libre, que consumir vitamina D; mejorar nuestra flora intestinal para que éstas produzcan y faciliten la absorción de vitaminas y minerales que tomarse preparados que contengan vitamina K, B12, B5, ácido fólico, calcio y el hierro. Entrenar de modo más racional, pautando unos descansos ineludibles y evitando realizar actividades extenuantes a diario, que tomar vitaminas antioxidantes o toda esa suerte de bebedizos que circulan por la mayoría de los gimnasios. Bueno, esto es mi particular forma de ver las cosas. Pero es cierto que antes debemos mejorar la calidad de aquello que consideramos nuestra DIETA. ¿De qué me sirve tomarme un suplemento multivitamínico si me alimento a base de hamburguesas del Mc Donald's por poner un ejemplo?. Creo que este siempre será el primer paso, pero por desgracia, los suplementos nutricionales se han convertido en los PARCHES DE UNA MALA ALIMENTACIÓN, y el problema no está precisamente en estos compuestos químicos, que en determinadas ocasiones pueden tener incluso su función, sino que nos lanzamos a su consumo masivo con el fin de complementar una alimentación claramente deficiente.

  Pero no siempre los suplementos son consumidos para evitar o prevenir posibles carencias, sino que lo hacemos con el firme convencimiento de que esto puede mejorar de manera inequívoca nuestra salud, alejándonos de los trastornos propios de la civilización moderna, como puede ser la diabetes, la enfermedades articulares crónicas o el propio cáncer. Pero puede que estemos pintando un panorama alejado de la realidad; son numerosos los estudios que muestran poco o ningún beneficio en este sentido, y no son pocos también los que arrojan, más que dudas, auténticos perjuicios por su consumo crónico. A continuación dejo una serie de enlaces en este sentido:


   No trato de disuadir del consumo de vitaminas, minerales, preparados o "bebedizos" de gimnasio, tan sólo quiero poner de relieve que su uso no sólo puede ineficaz para nuestros propósitos sino que también podrían acarrear efectos deletéreos en la salud cuando se consumen de manera inadecuada o en altas concentraciones.

   Siempre debemos procurar cubrir nuestros requerimientos con una alimentación natural y nutritiva; creo que esto debe ser la primera cuestión a la que deberíamos atender. Quizás ya no sea tanto un problema de lo que comemos sino de aquello que podríamos dejar de comer (o hacer). Cuanto peor sea la calidad de nuestra comida, mayor serán las probabilidades de que presentemos determinas carencias en cuanto a vitaminas, minerales, ácidos grasos y aminoácidos esenciales se refiere. Las opciones son dos, seguir del mismo modo, y suplementarnos adecuadamente o tratar de corregir estas deficiencia con una mejora sustancial en la calidad de los alimentos ingeridos. Creo que lo más razonable es esto segundo. Si realmente necesitáramos de un micronutriente en concreto, porque así ha sido determinado en una analítica de sangre, creo que lo razonable sería tratar de suministrar en forma de suplemento el elemento en cuestión, pero la pregunta que deberíamos atender primeramente es: ¿POR QUÉ PRESENTO DICHA CARENCIA?, y la siguiente cuestión a resolver sería: ¿QUÉ ES LO QUE PODRÍA HACER, PARA MEJORAR ESTA SITUACIÓN?.

   Está claro que si realmente presentamos una deficiencia concreta debemos atenderla, como es natural, incluso con la suplementación, pero es posible que si no atendemos a las causas reales que subyacen en esta carencia, sigamos presentando este mismo problema de manera crónica una vez finalizado el tratamiento.

  Pero por otro lado, debemos cuestionarnos todo aquello que nos quieran pintar como maravilloso, porque en realidad no existe nada con propiedades eternamente fascinantes. La gran mayoría de las personas necesitamos creer que algo ajeno a nosotros mismos puede restaurar nuestro equilibrio cuando este se ha perdido, y sabedores de nuestros miedos y debilidades, se realizan campañas agresivas que publicitan la espectacularidad de determinados productos con el fin de hacernos dependientes y esclavos.

   De vez en cuando, de algún laboratorio oiremos que han conseguido un producto que evita la enfermedad, que detiene el envejecimiento, que lo toman deportistas de élite, que aumenta la masa muscular de manera dramática, que tiene propiedades cuasi mágicas, y bla,bla,bla..., y para dar más crédito a sus palabras vendrá acompañado de un sin fin de estudios que lo avalarán; pero la realidad es que después del fulgor inicial, lo que publicitaban como maravilloso, luego no lo será tanto, y más pronto que tarde caerá en el olvido, hasta que nuevamente el ciclo se repita, pero cada vez que esto surge, alguien en algún lugar del mundo, se habrá embolsado pingües beneficios...

  ¡Queréis algo que funcione realmente!. Se llaman alimentos naturales y los podéis encontrar en las verduras, en las frutas, en los frutos secos, en la carne, en el pescado, en los huevos, en el marisco... Ahí vais a encontrar la mayoría de lo que necesitáis para tener una vida saludable, ¿qué os queréis gastar el dinero?, buscar siempre un alimento de calidad.

  Pero es cierto que existen alimentos probados que sí que podrían tener esa consideración de maravillosos, los conocéis sobradamente: el ajo, la cebolla, el brocoli, la col, las grosellas, los arándanos, el salmón, el aguacate, el aceite de oliva, los huevos, las almendras, las nueces, el coco...., pero claro, estos seguramente no ofrezcan en su condición de alimentos la misma rentabilidad que aquellos otros suplementos previamente patentados y que tan estupenda prensa suelen tener (otra cosas es evidencia científica de sus supuestos beneficios).

  En resumen, la utilización puntual y motivada de algún tipo de suplemento puede ser una estrategia más con la que corregir determinadas carencias nutricionales, pero si no atendemos finalmente  a las causas reales que se asientan tras este déficit difícilmente podremos alcanzar una salud, no ya superior, pero por lo menos adecuada.








viernes, 21 de marzo de 2014

LA OBESIDAD. ¿Y SI HAY ALGO MÁS?

   A lo largo de todos estos post son muchas las causas dadas para tratar de explicar los procesos que incentivan el sobrepeso y la obesidad, pero a modo de resumen podríamos destacar las siguientes:
  • Exceso calórico
  • Alto consumo de azúcares
  • Niveles elevados de cortisol propiciados por situaciones estresantes.
  • Alteración de la microbiota intestinal
  • Vida altamente sedentaria, etc, etc.
  Y aunque individualmente, bien podrían motivar el exceso de peso, es raro que no se den a la vez más de una de las condiciones mencionadas. Aunque si tuviese que elegir la cuestión más determinante que contribuye a la aparición de la obesidad sin duda que elegiría el primer punto.

   Aunque habitualmente se suele decir que no todas las calorías son iguales, sí que es cierto, que el exceso en la ingesta de alimentos puede propiciar el aumento de grasa con el transcurrir del tiempo. El problema que se suscita ahora es saber porqué ocurre esto.., ¿qué es lo que nos lleva a consumir más alimentos del que realmente necesitamos?. La pregunta puede parecer sencilla, pero la realidad es que todavía no he encontrado una respuesta totalmente satisfactoria. Muchos te dirán que es el estrés o la ansiedad la que te impulsa a asaltar la nevera constantemente, otros por aburrimientos, y algunos más, porque tienen un hambre difícilmente saciable..., pero sea por el motivo que sea, el hambre no puede ser reprimida de forma satisfactoria a nivel central. Aunque aquellos que realizan una actividad física o un deporte de manera constante tienen mayores posibilidades de evitar el sobrepeso o la obesidad, ciertamente no están del todo exento a tenor del panorama que se observa en muchos centros deportivos, ¿por qué?, porque el hambre sigue estando presente a pesar del ejercicio físico realizado, algo que sin duda te seguirá impulsando a comer más de lo que realmente gastas.

  Desde mediados del siglo pasado hasta nuestro días, algo parece haber ocurrido para que la obesidad se haya disparado de manera alarmante, trayendo además de su mano otra serie de patologías como la resistencia a la insulina, la hipertensión arterial, la dislipidemia, la diabetes y el propio cáncer, ensombreciendo tragicamente el resto de avances, principalmente de tipo tecnológico, que la civilización moderna nos ha ido brindando. Muchos podrían tratar de explicar esta cuestión por ése "gen ahorrador" que fue calibrado hace unos cuantos miles de años atrás y que permitió sobrellevar dignamente las épocas de hambrunas, pero actualmente, nuestro organismo anclado aún en aquella época pretérita de nuestra evolución, sigue comportándose del mismo modo, por lo que no es difícil dilucidar las consecuencias de una sociedad tan opulenta como la actual. ¿Pero realmente puede ser achacada a nuestra genética ahorradora?. No lo sé, pero sí sé que fruto también de la mano del hombre hemos alterado muchos ecosistemas naturales, posibilitando que determinados animales dispusiesen de un entorno propicio de caza, con gran cantidad de recursos alimenticios, y no por ello han acabado convirtiéndose en  depredadores obesos, ni mucho menos. ¿Entonces...?, sea lo que sea, el problema debe encontrarse en la propia comida del hombre. De hecho, estamos viendo como no es una cuestión únicamente nuestra; cuando determinados mascotas o animales de compañía se alimentan del "mismo modo que ser humano" (con el mismo tipo de comida procesada), la obesidad y las enfermedades degenerativas parecen también doblegar su metabolismo. ¿Quiero insinuar que nuestra alimentación esta envenenada?, ¿qué se trata de un gran complot para hacer enfermar a la humanidad?, ¿qué todo se trata de un lucrativo negocio?, ¿qué ante la falta de recursos en el planeta tratan de diezmar a la población...?. NO, por supuesto que no, al menos eso es lo que quiero realmente pensar, pero es verdad que algo ha cambiado de un tiempo a esta parte.

   Es cierto que el consumo de azúcar se ha disparado, y muchos han querido ver en ello la explicación del actual panorama, pero no creo que esta única cuestión sea capaz de explicar por sí misma la expansión abrumadora de la obesidad y restos de patologías asociadas. Otros han querido señalar a los cereales como los causantes de estos estragos; también es verdad que determinados compuestos como las gliadinas o las lectinas, entre las que destaca la aglutinina del germen de trigo, pueden posibilitar reacciones inflamatorias y alérgicas en nuestro tracto digestivo y en el resto del organismo, pudiendo ser, tal vez, el detonante de muchas enfermedades autoinmunes. En este sentido, la manipulación genética a la que han sido sometidos con el fin de conseguir cultivos más productivos y resistentes a plagas podría tener mucho que ver con todo esto que señalo. Hay que tener en cuenta que anteriormente legumbres y cereales fueron consumidos de manera habitual y no se referenciaron por ello los problemas actuales, por lo que, tal vez, los procesos llevados a cabo actualmente tengan algo que ver...Tampoco han faltado los que han señalado a los productos lácteos, y los procesos de pasteurización o homogenización que conllevan, como los causantes de multitud de trastornos; internet está lleno de artículos sobre esto, solamente hay que teclear: "leche veneno" en el buscador de google y tendrás casi 2.000.000 de resultados. ¡Y cómo no!, los disruptores endocrinos (más información aquí y aquí). También se ha hablado mucho de la sustitución de las grasas de tipo saturado por otras poliinsaturadas consideradas en su momento como saludables, lo que ha podido posibilitar un entorno metabólico más proclive a la obesidad. Y por supuesto que muchos aditivos alimentarios han estado bajo sospecha, algunos retirados al comprobarse, a posteriori, sus efectos deletéreos en la salud, otros aún presentes en los alimentos, por desgracia nuestra. También el exceso de fructosa en la dieta ha puesto su granito de arena en todo este "embrollo alimenticio".

  El caso es que todo esto empezó a suceder de modo progresivo a mediados del siglo pasado, y el mundo paleo creo que ha dado un paso en el sentido correcto al tratar de evitar, o al menos discriminar, si no a todas, a casi todas las cuestiones anteriores, ¿pero realmente todo el "mal" se circunscribe a los mencionados...?, ¿significa que estas causas podrían ser el motivo de la actual epidemia de obesidad y resto de enfermedades de la civilización moderna?, por poder podría, pero..., ¿y si no son todos los que están, y no están todos los que son?, ¿es que hay algo más que nos estamos dejando en el tintero...?, es posible que aquello considerado por todos como beneficioso pueda embotar nuestra conciencia sobre el peligro haciéndonos bajar la guardia. Pero, ¿de qué demonios estoy hablando?, voy al grano, hablo de las vitaminas. No, ¡qué no cunda el pánico!, las vitaminas y minerales son parte fundamental e insoslayable de los alimentos naturales, pero no siempre lo que comemos tiene una procedencia natural; ¡es verdad!, la comida procesada se ha convertido en el gran sustituto de los alimentos naturales, pero para que este tipo de comida pueda competir con los productos naturales necesita cumplir al menos estos tres requisitos: ser económico, tener buen sabor, y SER CONSIDERADO SALUDABLE. Esto último es de vital importancia pues la mínima sombra de duda nos haría rehuir de él, al no ser que ese alimento además fuese altamente adictivo (je,je creo que bien podría ser esta otro requisito más)

   Pero para que una comida procesada pueda ser comercializada como saludable debe contener algún tipo de reclamo que pueda convencer firmemente de su presumible beneficio...,y ¡qué mejor eslogan que su contenido en VITAMINAS añadidas (o algo así como que mejora tus defensas...)!. Lo dejamos para el siguiente post donde trataremos de ver cómo estas vitaminas pueden alterar nuestra metabolismo. ¡Ojo, qué no es que lo diga yo!, seguro que muchos ya saben de qué estoy hablando...


jueves, 20 de marzo de 2014

PUNTOS IMPORTANTES DE LOS ÚLTIMOS 200 POST

   Si tuviese que resumir en unos pocos puntos estos 200 post que llevo publicados en el blog diría:

  • Procura que aquello que comes exista como tal en la naturaleza y que además haya sufrido la mínima alteración de sus condiciones originales, porque cualquier modificación que presente no habrá sido pensando en lo mejor para tu salud, sino hacerlo perdurable y económico.
  • No caigas en las trampas de los "nuevos paradigmas nutricionales" determinados por un consenso de "expertos" cuando las pautas que aconsejan se anteponen a la ancestral forma de vida del ser humano.
  • No racionalices en exceso tu vida, deja algo para la espontaneidad y la improvisación.
  • Come cuando realmente tengas hambre, si tienes dudas, es que no tienes hambre. Si te apetece demasiado un alimento que no es natural es que no tienes hambre. 
  • Disfruta siempre que puedas de un entorno natural. Necesitamos de la naturaleza, del contacto con la tierra, del aire libre..., porque no somos seres surgidos en un laboratorio.
  • No pases la vida contando calorías, o pesando alimentos, deja que de este asuntos se ocupen tus hormonas, pero para ello necesitas seguir el primer punto.
  • La vida es un camino de constante aprendizaje; conocer tu cuerpo y tu mente, es de las tarea más complicadas que puedes tener, pero sin duda, también de las más satisfactorias.
  • Nunca busques atajos para llegar a un lugar concreto porque en realidad no hay ningún sitio a donde ir, tan sólo camino.
  • Rehuye de las píldora milagrosas porque simplemente no funcionan en el largo plazo. Aquel que refiera cualidades extraordinarias a un suplemento, simplemente te estará dando una visión parcial de la realidad. Tu vida debe girar únicamente en alimentos naturales, los suplementos que se comercializan en la mayoría de las ocasiones no ha sido probados suficientemente, y en muchas ocasiones los intereses de determinadas empresas te mostrarán el lado benévolo de aquello que pretenden comercializar.
  • No existen entrenamientos secretos que te otorguen un físico espectacular. No por estimular en exceso un músculo vas a conseguir su máximo desarrollo, tal vez consigas lo contrario. Siempre parte del mínimo estímulo que es capaz de generar una respuesta.
  • Sé impecable con la técnica, si hay algo que realmente te define no es tanto lo que haces sino cómo lo haces. Esa es la clave de todo. 
  • No existen deportes mejores y peores. Cada uno debe hacer aquellos que realmente le reportan una satisfacción personal.
  • La competición puede ser un momento emocionante en la vida de cualquier deportista pero requiere una pronta fecha de caducidad para evitar un desgaste prematuro.  
  • El físico que construyas debe ser respetuoso con tus propias cualidades. No persigas un físico concreto porque simplemente estarás buscando un quimera. Debes desarrollarte de forma proporcionada, respetando siempre tu salud. Si la salud y el rendimiento caminan juntos, podrás conseguir que tu actividad física te acompañe toda tu vida. Si estiras tu rendimiento a costa de tu salud tarde o temprano pararás.
  • Nunca consumas esteroides,  los que lo hacen y se exhiben de forma altanera simplemente portan una "titulación académica" que no les corresponde; si este titulo va a pender de la pared de tu cuarto, triste y solitario, será una cuestión particular tuya, pero tarde o temprano todos aquellos escalones subidos artificialmente deberán ser descendidos de manera irremediable.
Bueno, hay muchos más puntos que pondría, pero con estos creo que son suficientes.

martes, 18 de marzo de 2014

BRCA1, ¿EL GEN QUE REGULA LA FLEXIBILIDAD METABÓLICA?

   No son pocas las veces que he hablado de la flexibilidad metabólica, aunque es posible que no todo el mundo conozca a qué se refiere este término.

   Para que un metabolismo sea eficiente debe utilizar con eficacia los diferentes sustratos energéticos, de tal forma que se utilizará con preferencia los ácidos grasos en los momentos de inactividad física o de ayuno, mientras que la glucosa será consumida principalmente en los momentos de ingesta, previa estimulación insulínica, o durante la actividad física de moderada a alta intensidad .

    Para conocer el sustrato preferencial utilizado en ayunas se puede se puede emplear el cociente respiratorio (CR) que es el CO2 producido con respecto al O2 consumido (CR=VCO2/VO2), de tal forma que un valor próximo a 0,7 mostrará una mayor utilización de las grasas como sustrato energético, y valores cercanos a 1 indicará, por contra, mayor consumo de hidratos de carbono.

sábado, 15 de marzo de 2014

BACTERIAS INTESTINALES Y ANTIBIÓTICOS

     Es cierto que la mayoría de los medicamentos actualmente empleados son sólo útiles para paliar los síntomas de una enfermedad concreta, pero lo que se dice curar..., eso es ya es otra historia. Tal vez, los únicos fármacos con esa capacidad milagrosa de sanar sean los antibióticos, aunque no todo lo que bien empieza acaba del mismo modo. Hemos de entender que su uso trae una serie de consecuencias nocivas para nuestra salud. Efectivamente, las bacterias, causantes de la enfermedad a tratar, no serán las únicas aniquiladas por los antibióticos empleados; existen otras bacterias, que conviven con nosotros y cuya función en la salud está fuera de toda duda, que serán barridas con la misma contundencia. Lógicamente de esta última cuestión no reportaremos una sensación concreta, algo que podría llevarnos a pensar que dicha "poción milagrosa" carece de efectos nocivos. Sí es cierto que el uso desmedido de los antibióticos está causando resistencias bacterianas difíciles de erradicar y que podrían aumentar la morbilidad y mortalidad en determinados pacientes con un sistema inmunológico más comprometido, caso de ancianos y/o recién nacidos. Pero no me voy a referir a los riesgos, por otro lado nada desdeñables, que conllevan los antibióticos en relación a esta última cuestión, sino al deterioro de nuestra microbiota intestinal.

miércoles, 5 de marzo de 2014

DIETA PARA UN AMIGO

   Este post que vais a leer a continuación tiene una peculiaridad y es que ha sido escrito en dos momentos diferentes..., primero comencé con lo que se encuentra en azul y cursiva, el resto fue añadido posteriormente.

   Todo empezó cuando un amigo, que sabe que siempre estoy liado con el tema de las comidas y los entrenamiento, etc, me pidió que le diese algunas directrices (dieta?) con la que disminuir ligeramente el porcentaje de grasa corporal. Bueno, aparentemente se encontraba próximo a su peso ideal, por tanto, solo se trataba de que le afinara un poco para que pudiese eliminar los antiestéticos michelines de la zona media del cuerpo. Aunque, a decir verdad, si hay algo que no me gusta, es poner una dieta(¿quién soy yo para hacer algo tan atrevido?), pero bueno, como era cuestión de unas pocas pautas me ofrecí a prestarle ayuda en este sentido. 

  A continuación, (en negrita y cursiva) la "dieta" que traté de prepararle, junto a unas breves explicaciones para que las entendiese, todo iba más o menos bien hasta que en un momento determinado comenzaron a surgirme dudas y más dudas y finalmente desistí de continuar. Lógicamente no le entregué un boceto de nada...

   "Lo primero que debemos hacer es calcular la cantidad de proteínas que necesitas diariamente. Como tu actividad física está enfocado al entrenamiento de fuerza y a los ejercicio aeróbicos de moderada a alta intensidad es posible que puedas beneficiarte con un consumo que se sitúe en el entorno de 1'7 gr/kg de masa magra, (si es algo menos de esta cantidad tampoco pasaría nada, pero más de 2 gr/kg tendría mis dudas). De este modo, como tu peso es de 80 Kg y tienes aproximadamente un 15% de grasa, deberás consumir aproximadamente unos 115 gramos (1,7gr/kg) y 136 (2gr/kg). ¿Esto a qué equivale?, Bueno, la mayoría de los alimentos ricos en este macronutriente, como carne o pescado, suelen contener, por cada 100 gramos, entre 15 y 25 gramos. Por ejemplo, el pollo y la ternera contienen aproximadamente 20 gramos, el atún 23, el salmón 18, trucha 16, chuletas 15. Esto quiere decir que para alcanzar esos 120 gramos de proteínas diarias (redondeo) deberíamos consumir, si nos decantamos por ejemplo por  el pollo, unos 600 gramos al día ¿mucho?, bueno, la verdad es que sí que parece una cantidad alta, pero debemos pensar que no sólo de pollo vive el hombre..., pero si fuese el caso, esta sería la cantidad a comer en un solo día, de todos modos no te alarmes, hay algunos estudios que parecen indicar que es mejor repartir el consumo de las proteínas en varias veces al día para mejorar la absorción y síntesis proteica, aunque a decir verdad, yo he estado comiendo una sola vez al día durante mucho más de un año y mi masa muscular no se ha resentido ni lo más mínimo; tampoco creo que existan estudios de tan larga duración que estimen esta situación concreta, pero continuemos que me voy por las ramas, je,je... así de este modo si comemos 3 veces al día, las raciones de cada una de estas deberían incluir 200 gramos. Bueno, esto parece más asequible; si fuesen 4 serían 150gr, y si fuesen 6 nos correspondería comer unos 100 gramos, esto es un pequeño "filetillo" por cada ingesta. Pero como he dicho antes, no sólo de pollo vive el hombre, también debemos incluir otros alimentos que también son ricos en proteínas como pueden ser los lácteos,(no posees intolerancia a la lactosa, ¿verdad?) huevos, frutos secos, mariscos, etc. En relación al primero, los lácteos, su contenido en proteínas oscila entre los 3,3 gramos de la leche, los 15 del queso de burgos o los casi 30 del queso manchego(cada 100 gr). También cambia su contenido en grasa, claro está, pero eso lo veremos más adelante. Los segundo, los huevos, cada uno contiene aproximadamente 6 gramos, (olvidémonos del colesterol, varios estudios ya han desmentido la relación del aumento de colesterol con el consumo de huevos si quieres te busco los estudios (puesto posteriormente aquí, aquíaquí). En cuanto a los frutos secos, existen algunas oscilaciones importantes, por ejemplo las castañas contienen solo 3 gramos por cada 100. La almendra contiene 20 gramos por la misma cantidad, y 14gr las avellanas y nueces. Los mariscos suelen tener una cantidad intermedia que suele rondar los 10, 12 gramos.

   Por tanto, a nuestro pollo, que he considerado comida estándar habría que sumarle el resto de alimentos que también consumiríamos. Ahora veamos un día normal, con 3 únicas comidas para que te hagas una idea.


  • DESAYUNO.- 1 vaso de leche entera, dos huevos duros, 20 gramos de frutos secos, 1 pieza de fruta.
  • COMIDA.-200gr. de pollo, con una ensalada variada, 20 gramos de frutos secos, 20 gramos de queso curado, 1 pieza de fruta.
  • CENA.- 200 gramos de salmón a la plancha con 250 gramos de brocoli al vapor. 1 yogur natural. 
 Veamos la cantidad de proteínas que hemos ingerido con esta hipotética comida,

  DESAYUNO.- Unos 8 gramos de la leche, 12 de los huevos, 4 de los frutos secos. En total 24 gramos aproximadamente.

  COMIDA.-40 gramos del filete de pollo, 4 de los frutos secos, 6 gramos de del queso curado. Total 50 gramos de proteínas.

  CENA.-37 gramos del salmón, 5 del brocoli, 4,4 gramos del yogur. Total, 46 gramos de proteínas.

   Bueno, el total de proteína consumida, con esta hipotética comida,  es de unos 120 gramos. Lo que significa que habríamos cubierto sobradamente tus necesidades diarias. Ahora viene la cantidad de grasas e hidratos de carbono que debemos de consumir. Y aquí es donde puede haber diferentes posibilidades: o elegir una dieta rica en hidratos o decantarnos por un mayor consumo de grasas...,"

    El tema es que entre proteínas, hidratos de carbono y grasas debes cubrir los requerimientos calóricos diarios, bueno ligeramente por debajo, pues tratamos de adelgazar. Esto, como es lógico, obedece a muchos factores individuales, pero principalmente dependerá del metabolismo basal y la actividad física realizada, lo que sugiere que puede haber enormes variaciones interpersonales que deberán ser tenidas en cuenta, ¿será posible?

   Ahora vamos a intentar calcular la energía consumida por tu actividad física, hemos dicho Spinning 5 veces a la semana y 3 de pesas...¿no?


    Entonces, cuando comenzaba  a calcular su metabolismo basal, y el gasto diario realizado por su actividad física en mi cabeza surgió una interrogante un tanto inquietante: 

-¿Cuánto era lo que gastaba yo diariamente...?, ¡no tenía ni puta idea!

  Jamás había calculado ni mi masa magra, ni tampoco traté de averiguar cuanto energía reportaba mi actividad física (acaso podría saberlo realmente), y ni mucho menos pesaba lo que comía. Y ahora, en cambio, estaba tratando de hacer en otro, lo que nunca había hecho en mí. Pero, ¡es verdad!,  ¿acaso sé cuál es el estado de mis hormonas?, ¿cómo funciona mi tiroides...?

   Calcular aproximadamente la composición corporal puede ser relativamente fácil, pero el gasto viene determinado por multitud de procesos, donde intervienen en la gran mayoría de los casos las hormonas tiroideas, pero no sólo ellas, los niveles de testosterona, cortisol, leptina, grelina, hormona del crecimiento, somatostatina, IGFs, glucagón, incretinas, también influyen, pero hay más.  ¿Y nuestra personalidad?, ¿cómo la cuantificamos?, no es lo mismo una persona tranquila, que una persona con cierta inquietud o ansiedad. ¿Y la temperatura en la que nos desenvolvemos?, lógicamente tampoco será lo mismo estar en un habiente cálido que frío, y al hilo de esto también cabría preguntarse por la actividad de nuestra grasa parda, ¿y por qué no, sobre cociente respiratorio en ayunas...?, y claro, ya que estamos por preguntar, ¿por qué no lo hacemos por el estado de nuestras bacterias intestinales, ¿acaso sé cual es mi proporción entre firmicutes y bacteroidetes...?, ¿a dónde quiero ir a parar?, pues que afinar tanto como para calcular exactamente nuestros requerimientos energéticos diarios puede ser una tarea muy complicada para la gran mayoría de nosotros, tan sólo un buen profesional con el instrumental adecuado estaría en disposición de hacer un cálculo más o menos aproximado, pero siempre existiría un porcentaje de "ojímetro". Hemos de entender que una diferencia de 400, 500 o más calorías por día nos llevaría a con el tiempo a dos situaciones extremas: pasarnos en la cantidad de calorías y engordar, o quedarnos cortos y consumirnos perdiendo la masa muscular que tanto cuesta conseguir. 

 ¿ENTONCES...?, S I M P L I F I C A. No podemos diariamente pesar todo lo que comemos con el fin de calcular las calorías ingeridas, lo primero, porque las tablas son genéricas, y los alimentos que consumimos pueden presentar diferentes calidades, no es lo mismo un pollo de corral de nuestra tía del pueblo que uno comprado en el Media Mark (era por poner un ejemplo je,je), lo que significa que  su composición en macronutrientes puede variar. Pero tampoco sabemos como "quema" nuestro organismo; podemos hacernos una idea, pero al final siempre existirá errores que pueden amplificarse con el tiempo. Está bien tener una idea pero, al final, debemos escuchar nuestro cuerpo, PORQUE, ÉL Y SOLAMENTE ÉL, TE DIRÁ EXACTAMENTE LO QUE NECESITA. El hambre es una de las sensaciones más importantes que debemos aprender a reconocer, no vale comer porque toca; puede que tengamos hambre al poco de haber comido, o tal vez pasen muchas pero que muchas horas hasta que nuevamente esta importante y fundamental sensación vuelva a aparecer. Disponemos del mejor calibre que podemos tener, al menos el más eficaz: nuestras hormonas. Si ellas están ligeramente desequilibradas no estarán capacitadas para restablecer la homeostasis orgánica, y roto el equilibrio nuestro cuerpo penduleará hacia cualquiera de los extremos. Los alimentos altamente procesados, la falta de actividad física, (o su exceso), las prisas, los problemas y las preocupaciones, son un foco de estrés que pueden alterar nuestro metabolismo, si antes no atendemos a estas cuestiones, ¿de qué me sirve contar las calorías que contiene un alimento concreto?,¡es absurdo!, mientras no seamos capaces de encontrar esa quietud de pensamiento dentro de esta vorágine en la que se ha convertido la vida, seguramente no estaremos en disposición de realizar el verdadero cambio. 

     No, el camino no es realizar una dieta, sabemos que más del 80% fracasará y volverá a recuperar el peso, incluso más del que tenía al principio...Cuándo nos vamos a dar cuenta que primero debemos arreglar nuestras emociones para poder centrarnos libremente en alimentos que sean exclusivamente naturales, sin tener que comportar relaciones de dependencia con algunos de ellos que enmascaren nuestra profunda frustración y hastío por la vida. Sin arreglar estas cuestiones nuestra dieta, como parte de nuestra vida, fracasará irremediablemente. 

   ¡Lo veis cómo no puedo poner una dieta...!



 



domingo, 2 de marzo de 2014

RESISTENCIA A LA INSULINA

    El factor clave que se asienta detrás de la diabetes tipo 2 o el síndrome metabólico es la resistencia a la insulina. En muchas ocasiones, esta alteración ha sido asociada al sobrepeso o la obesidad, pero no toda persona obesa es resistente a la insulina y no todos los delgados están exentos de serlo. A continuación voy a realizar un breve repaso de los factores que más pueden contribuir a la aparición de este trastorno.

   Efectivamente, aunque no siempre la OBESIDAD tiene porqué producir  resistencia a la insulina, si es cierto que las probabilidades de serlo son altas...,pero para que esto ocurra es necesario que la expansión del tejido adiposo cause hipoxia, así como la infiltración y cambios en la polarización en los macrófagos, lo que aumentará su potencial proinflamatorio. De este modo las citoquinas inflamatorias segregadas como la IL-6 o TNF  pueden activar diferentes vías como PKC (proteína kinasa C) o JNK (Jun N-terminal) que estimularían la fosforilización en serina/treonina del sustrato receptor de la insulina (IRS-1) en lugar de la fosforilzación de residuos de tirosina inhabilitando la correcta señalización de la insulina y por tanto impidiendo la traslocación de los transportadores GLUT-4.

  Otras de las causas de la resistencia a la insulina son los ÁCIDOS GRASOS LIBRES y la presencia de LIPOPOLISACARIDO de la membrana celular de las bacterias gram-negativas,  los cuales al ser reconocidos por los receptores Toll-like, activarían  las mencionadas vías de señalización como JNK, y también factores de transcripción que median la expresión de citoquinas proinflamatorias. La presencia de estos ácidos grasos puede ser producido por la lipólisis descontrolada del tejido adiposo; generalmente cuando esto ocurre es porque la insulina ya no puede ejercer su función en este tejido, es decir, ya existe resistencia a la insulina. Este aumento de los ácidos grasos libres dará lugar a su acumulación en el miocito y hepatocito, causando también resistencia en el tejido muscular y hepático. La presencia de lipopolisacárido, podría obedecer a una alteración de la función de barrera de la mucosa intestinal propiciado por una disbiosis intestinal y esta a su vez por un exceso de antibióticos y/o una dieta inadecuada.


  La DISFUNCIÓN MITOCONDRIAL también podría ser causa de la resistencia a la insulina. La menor capacidad oxidativa de las mitocondrias pueden dar lugar a la acumulación de intermediarios lipídicos, como ceramidas, diacilgliceroles y acil CoA grasos en el interior de la célula, los cuales activarían la proteína kinasa C habilitando la cascada serina/treonina y disminuyendo la fosforilización en tirosina. En este sentido la inactividad física, el envejecimiento, así como diversas sustancias con capacidad para destruir la mitocondrias, como los pesticidas, podrían indirectamente causar resistencia a la insulina.

 Entonces, ¿qué se puede hacer para evitar la resistencia a la insulina?.


  • EVITA EL SOBREPESO. Aunque hemos visto que no todas las personas obesas tienen porqué ser resistentes a la insulina, las posibilidades de que esto ocurra pueden ser elevadas
  • LLEVA UNA ALIMENTACIÓN NATURAL evitando comida altamente procesada o muy rica en azúcares, que puedan, además de alterar tu microbiota intestinal, mantener altos niveles de insulina de manera constante.
  • EVITA EL USO INDISCRIMINADO DE ANTIBIÓTICOS, y en caso de tener que tomarlos incluye probióticos para evitar la pérdida de determinadas cepas beneficiosas
  • REALIZA UNA ACTIVIDAD FÍSICA  de manera constante que mantenga elevada la capacidad oxidativa mitocondrial


sábado, 1 de marzo de 2014

PRIMERA PARTE. AUMENTANDO EL METABOLISMO

    Pudiera parecer que la nutrición del hombre es una cuestión sencilla, pero las profundas contradicciones que se producen entorno a la alimentación, y las dificultades encontradas a la hora de regular el balance energético que evite el sobrepeso y/o la obesidad, demuestran que la simplificación excesiva conduce inevitablemente al error.

   Los mecanismos homeostáticos que deberían controlar el peso corporal parecen alterados y no impiden que progresivamente muchas personas alcancen el estado de obesidad, estableciéndose en determinadas ocasiones una relación enfermiza con la comida. Es posible que el estado de sobreabundancia en el que se vive actualmente se contraponga tenazmente con aquel entorno de nuestro pasado evolutivo caracterizado precisamente por la escasez de alimentos o hambrunas más o menos duraderas que justificaban, hasta cierto punto, el aumento del tejido adiposo como forma de preservar la supervivencia.  Pero hoy en día, la inexistencia de aquellos periodos críticos donde se consumía la energía almacenada, están convirtiendo aquel mecanismo fisiológico en una auténtica trampa mortal para el ser humano.

   Ante esta situación, no queda más remedio que disminuir la ingesta de alimentos y/o aumentar el gasto con el fin de evitar que el exceso calórico pueda convertirse en un problema el día de mañana. Pero cuando el sobrepeso se ha instaurado ya en nuestro organismo, desembarazarse de él se convierte en un proceso difícil, complejo y farragoso, que puede resquebrajar con suma facilidad la determinación con la que en su día acometimos tan loable batalla. Efectivamente, las alegrías iniciales por los logros obtenidos pronto se difuminarán de nuestro rostro al comprobar que los kilos, con el transcurrir del tiempo, no se reducen con la contundencia de las primeras semanas; ahora arañar incluso unos pocos gramos se convierte en una auténtica proeza. Pronto la desesperación y una renovada ansiedad por la comida tensarán el resorte que nos proyectará sin ninguna remisión al origen de nuestro periplo, o incluso más allá. Pero los viajes de ida y vuelta no son inocuos por desgracia; en esta vuelta al origen del movimiento no solo habremos dañado profundamente nuestra autoestima, sino también el metabolismo quedará alterado por esta proeza inconclusa.

  La gran mayoría de las personas que acometen un programa de reducción de peso lo hacen habitualmente centrándose en la disminución de las colorías ingeridas, eso es lógico, pero a todas luces insuficiente. La reducción calórica es importante, pero debemos entender que nuestro organismo, pasado un tiempo, habrá reducido los niveles de leptina y aumentado por contra los de grelina lo que dificultará que este proceso siga el ritmo inicial. Pero no es esta la única cuestión a tener en cuenta. Para que el tejido adiposo desaparezca definitivamente de nuestro cuerpo debe ser oxidado completamente en las mitocondrias. No podemos eliminarlo de otro modo, bueno sí haciendo una liposucción, pero sabemos que este sistema nunca debe ser la solución, bueno ni este, ni cualquier otro que atente contra los proceso naturales que deben imperar en nuestro organismo. Pero volviendo al tema de la oxidación mitocondrial, la reducción de la ingesta facilitaría este proceso, pero podría ser insuficiente si el número y calidad de estas centrales eléctricas es ciertamente insuficiente. Algo que podría dar lugar a un cuello de botella, principalmente en el miocito, reduciendo también, de este modo, la sensibilidad a la insulina y disminuyendo la captación de glucosa. Por tanto, además de una ligera reducción calórica debemos aumentar el gasto, algo que progresivamente redundará en una mayor eficiencia mitocondrial.

  Pero la pregunta que surge ahora es, ¿cómo podemos elevar el gasto energético?, la respuesta es sencilla: haciendo ejercicio.

   Veamos ahora como se distribuye gasto energético, y como el ejercicio físico afecta en prácticamente a todos los componentes:

  • METABOLISMO BASAL.- Es la energía consumida por una persona en ayunas, a una temperatura exterior constante (20ºC) y en reposo. Es por tanto, la energía requerida para los diversos procesos metabólicos celulares con el fin de mantener la homeostasis orgánica. El MB  constituye aproximadamente el 60 y 70% del gasto total, y puede estar influenciada por el sexo(más en hombres que en mujeres, del otro también influye pero pertenece al siguiente apartado), la edad (mayor en personas jóvenes), y la masa muscular (mayor cuanto más tejido muscular). También puede disminuir en el ayuno prolongado y/o la restricción calórica debido a la baja producción de T3 (triyotironina) al disminuir la desyodasa tipo I, que es la que cataliza la conversión de la T4 a la T3. También puede estar influenciado por el ejercicio físico, la fiebre o el embarazo.
  • EJERCICIO FÍSICO.-Este es un componente muy importante dentro del gasto diario, dependerá de la actividad física realizada, pudiendo variar entre un 10% en personas sedentarias y aumentar hasta casi la mitad del gasto total en deportistas de élite. Dependerá del tipo de ejercicio realizado, la intensidad, la duración así como la composición corporal (masa magra). El ejercicio físico también puede influir en el metabolismo basal. Dentro de este apartado también encontramos un componente no voluntario(NEAT, Non exercise activity termogénesis), que dependerá mayormente de la personalidad del individuo aumentando en personas nerviosas o agitadas. Se ha podido comprobar que la variabilidad de este componente es muy alta, lo que se podría también traducir en una mayor facilidad para engordar en determinadas personas.
  • EFECTO TÉRMICO DE LA COMIDA.- Este gasto comprende los procesos que incluyen la degradación de los alimentos desde que se ingieren hasta que se almacenan o son empleados para producir energía. Este componente podría ser el responsable hasta el 10% del gasto y dependerá también del tipo de alimento ingerido; parece ser que este gasto está parcialmente disminuido en la obesidad. Los alimentos picantes o la cafeína podrían aumentar el gasto.
  • TERMOGÉNESIS ADAPTATIVA.- Gasto energético ocasionado por la exposición al frío o por a una dieta hipercalórica, donde una parte de la energía se disiparía en forma de calor. Cómo este tema ya lo he tratado en varias ocasiones os remito a post anteriores (aquí) y (aquí).
   De todos estos componentes que concurren en el gasto diario vemos la influencia que ejerce la masa muscular, directa o indirectametne. Esto sugiere que la hipertrofia de esta va a redundar positivamente en el consumo de calorías; también la adecuada exposición al frío

   Creo que injustamente se me ha asociado al entrenamiento aeróbico de moderada intensidad, pero no es del todo exacto. He sugerido, más bien, que este debe ser un paso prácticamente imprescindible para todos aquellos que desean perder tejido adiposo. No debemos lanzarnos directamente a la alta intensidad sin haber procurado una mejora de la eficiencia mitocondrial realizando ejercicios aeróbicos de moderada intensidad. Por supuesto que no excluyo el entrenamiento HITT (como ya veréis), pero creo que una persona con sobrepeso u obesa debe obligatoriamente ceder una parte importante de su tiempo en este tipo de entreno. Por otro lado, el deporte o la actividad física debe ser una parte importante de nuestra vida; debemos ir aumentando paulatinamente nuestra tolerancia al ejercicio para que este acabe formando una pieza inseparable de nuestro ser. Lo que requerirá paciencia y mucha progresividad; asociar sufrimiento físico y deporte es lo mejor que se puede hacer para convertirte en una persona sedentaria el día de mañana. Pero además de la satisfacción que produce el entreno en estas intensidades, hay un beneficio añadido que puede ayudarnos enormemente en nuestro objetivo de pérdida de peso, y no sólo por las calorías consumidas durante la actividad física, sino porque señalará en los momentos de inactividad el sustrato energético a utilizar. Pero esto lo veremos en el siguiente post, donde haré además una breve reseña de los entrenamientos que yo mismo estuve llevando a cabo hasta llegar al actual, al que considero la culminación de todo este proceso y que en definitiva me ha servido para tener, posiblemente, la mejor forma física que jamás he tenido, no sólo en el plano estético sino también en el funcional.