miércoles, 12 de septiembre de 2012

PRESENTACIÓN

    Dado el gran número de personas que preguntan por mi cambio físico, y como las explicaciones verbales, a veces pueden resultar complicadas, por los conceptos utilizados, he decidido crear este blog. Ante todo, quiero poner de manifiesto que todo lo aquí expresado es fruto de mi experiencia y no animo a nadie a que lo siga, tan sólo expresar que existen otras formas de hacer las cosas, que poco o nada tienen que ver con lo habitualmente considerado cómo "normal". Después de seguir todos los caminos posibles, éste es el que a mí me ha dado resultado.


  Empezaré con una reflexión filosófica (en cursiva) totalmente prescindible si no se quiere leer,  donde cuestiono esa "verdad" mediática que todo lo inunda, (y de la que es muy difícil sustraerse), donde el hombre tiene que redefinirse para poder encajar en una versión oficial que desvirtúa de manera bochornosa la propia esencia del ser, en lugar de atenerse a la auténtica realidad del Ser Humano.
 


    En un mundo donde la verdad permanece oculta en su escondrijo, la falsedad se hace fuerte en las apariencias. Siempre ha sido así, y de este modo continuará. Desentrañar la esencia de las cosas requiere de un esfuerzo por parte de nuestra consciencia, y  un sentido crítico que nos capacite para separar la verdad de la mentira; y en nuestro constante fluir (como seres), ser capaz de aprehender lo inmutable, lo que subyace a lo contingente.

 
En la vida, por esencia,todos seguimos un camino, describimos una trayectoria, cada uno, una distinta, que escribimos con nuestras propias vivencias. Es nuestra huella digital, no existen dos iguales, y dependerá de la interacción de nuestro "yo" y la realidad, siendo esta última la que configura finalmente nuestro pensamiento y por ende nuestra forma de actuar.
 
Nuestro  "yo" se definirá en función del grado de realidad que nos impregne. Dicho de otro modo la interacción con las realidades y falsedades que se configuran en nuestro entorno definirán de manera paralela nuestro yo. La conciencia es el traje que tejemos con los hilos del mundo externo, si nuestro contacto lo hace con las apariencias habremos creado una ilusión, una vida irreal, pero a medida que seamos capaces de ver más allá, nuestra conciencia será un fiel reflejo de la realidad. Viviremos en la verdad, y nuestro pensamiento irá poco a poco dejando de fluir.

   La vida transcurrirá entre la verdad y la mentira, y nuestra integridad dependerá finalmente de lo mucho que seamos capaces de discernir entre lo esencial y lo superfluo, entre la falsedad y la realidad.


  El conocimiento es ilimitado, y la realidad desborda al "ser". Pretender abarcar la esencia es imposible y hemos de contentarnos con una pequeña parte de ella, ¿pero cuál?. Todo saber, todo conocimiento tiene que intentar aprehender una pequeñísima parte de la verdad. El tiempo limita el conocimiento, por lo que debemos ser escrupuloso en el uso que de él hacemos, pero la suerte es que no somos un ser único en el universo, la experiencia de otros cuya constante se atenga a estos mismos principios puede servirnos de resorte para poder abarcar el máximo conocimiento, y de este modo romper las barrera física que nuestra existencia  limita.

 
   Al hablar de pensamiento no debemos considerarlo como una entidad distinta del propio cuerpo, nuestra integridad física condiciona la calidad de nuestra mente, y es ahí donde podemos actuar para mejorarla. Actuar en el plano físico influirá, y mucho, en como entendemos nuestro entorno. (Mens sana in corpore sano), pero el primer motor de arranque no tiene que venir de nuestro propio cuerpo sino de una entidad abstracta e intangible, la más poderosa de todas las armas de la mente: me refiero a la VOLUNTAD. Ella  y solo ella es capaz de guiar nuestro pasos hasta el final, ella es la que podrá sortear todos los obstáculos que en nuestro camino vayamos encontrando, capaz de vencer al dolor, la tristeza, la desidia, las dudas, pero por sí sola no tiene gran sentido, necesita de algo más: la dirección en la que se ha de remar. Ese guía es otro de los poderosos del pensamiento: la IMAGINACIÓN, ella es la auténtica visionaria, la que remontándose en el espacio-tiempo, es capaz de construir "espejismos de una realidad que todavía no es".
 
   Sin imaginación no hay metas, sin metas la voluntad no rema, no hay rumbo fijo, y sin un rumbo nuestra existencia se convierte en un capricho merced de las corrientes que a cada momento surjan. Pero, ese remero, que es nuestra voluntad, a falta de actividad se transformará en un personaje débil, desganado, apático, sin energías..., aunque hay no queda la cosa; su referente físico, que es nuestro propio cuerpo, seguirá su misma suerte, y poco a poco se irá debilitando, se convertirá en un enclenque, o un ser obeso, caprichoso del momento, en definitiva, el debilitamiento del "ser". Esto nos hace medrosos de la realidad, que con sus afilados dientes parece ahora tornarse hostil.

   El miedo hace que tengamos la necesidad de refugiarnos en nuestro propio "yo", la realidad se convierte en peligrosa. Amedrentados,  preferimos una copia caprichosa y mutilada de la realidad, que la propia realidad. Solo el subconsciente, es sabedor de la verdad de lo que está aconteciendo, es por ello que sus voces necesitar ser calladas, y es encerrado en lo más profundo de la mente, porque él, es  el único capaz de contemplarse en el espejo de la realidad y comprobar horrorizado la imagen que proyectamos. Pero aún, en lo más profundo de su mazmorra, en determinados momentos somos capaces de escuchar sus gritos, alertándonos de nuestra propia desintegración.


      Debemos pues, liberar y escuchar a nuestro preso, porque  una vez conocido y asumido nuestro propio declive, podremos comenzar la búsqueda de  esa PLENITUD que como Ser Humano dejamos prendida en el tiempo en un momento determinado de nuestra evolución.

   ¿Qué entiendo por plenitud?, ni más ni menos que SALUD. Es el  estado óptimo por el cual el ser humano es capaz de desplegar todo el potencial genético que durante miles de años ha ido conformando en su interacción con un entorno hostil y cambiante, donde progresivamente ha ido perfeccionando  todo los mecanismos necesarios para preservar su supervivencia y asegurar la descendencia.¿Qué significa ésto?, pues que la salud es el único camino que augura nuestra evolución, sin ella, la degradación como especie, nos haría irremediablemente dependientes de todo tipo de sustancias con el fin de preservar nuestra propia existencia, sería como un estado de involución donde necesitaríamos muletas para poder caminar, lamentable, pero es así, nuestra existencia necesita de puntales que eviten un derrumbe, me pregunto si la ciencia sera lo suficientemente eficiente como para evitarlo.

  Aunque la pertenencia a una especie que se degrada no es algo que pueda entusiasmarnos, yo no lo consideraría  como un callejón sin salida que deba mantenernos postrados de brazos cruzados como pobres espectadores de una película de triste final. Creo sinceramente, que como individuos, si podemos hacer algo más que mirar horrorizados como el ser humano se convierte en una caricatura de sí mismo.

  La degeneración física y mental (¿también moral?, seguro), es un estado en el que las capacidades adaptativas  esgrimidas durante milenios y que capacitaron al ser humano para trascender incluso a la propia naturaleza, empiezan a desaparecer, dejándonos indefensos a las nuevas exigencias de una realidad alterada, consciente o inconscientemente por el propio hombre. Resulta paradójico pensar que ese mundo que ha sido modificado por el propio ser humano, sea ahora el que se revele contra la existencia de su propio creador; pero es lógico pensar que hasta el alumno más aventajado tenga sus propias limitaciones cuando las modificaciones de su entorno suceden con demasiada rapidez. Es como circular a toda velocidad con un coche por una carretera sinuosa, llena de obstáculos  en la que no podemos tocar el pedal del freno y progresivamente vamos acelerando; llegaría un momento en que nuestras capacidades serían sobrepasadas y comenzaríamos a chocar con los objetos que van apareciendo, hasta que uno de esos golpes sea tan potente que irremediablemente acabe por destruirnos.

  La evolución requiere que la velocidad con la que acontecen determinados episodios permita una adaptación por lo menos de parte de algunos individuos para que esas nuevas capacidades puedan ser transmitidas y mejoradas con el tiempo, pero la alteración constante que del entorno realiza el ser humano hace imposible que pueda realizarse con la eficacia que permita su supervivencia.

  Pero en realidad, ¿cuales son esos acontecimientos que nos desbordan?. Sin duda el más importante de todos, por su importancia y el impacto que está suponiendo en nuestra salud, es la ALIMENTACIÓN.

   Durante miles y miles de años el ser humano evolucionó, en el período paleolítico, como cazador-recolector, en una dieta en la que se consumía los recursos disponibles en aquella época: carne, pescado, vegetales, frutas, frutos secos, raíces, etc. Este período que duró aproximadamente 2,5 millones de años, conformó prácticamente la totalidad de los genes que posee el hombre actual, sin que los últimos cambios introducidos en la dieta con la aparición del NEOLÍTICO, hace aproximadamente 10.000 años, hayan de momento posibilitado, nuevas adaptaciones.



Evolución desde los primeros homínidos.




   A qué cambios me refiero, pues principalmente a la introducción de los cereales: trigo, cebada, avena, arroz, maíz, mijo, sorgo etc. Los cuales existían ya con anterioridad a su domesticación en su forma ancestral o salvaje, pero eran consumido de forma mínima al estar disponible sólo en unas épocas del año y ser de difícil recolección.
  Pero si tenemos en cuenta que nuestros genes siguen siendo prácticamente idénticos a los humanos de hace dos millones de años, donde nuestra alimentación ha sido la descrita anteriormente, los últimos 10.000 años suponen una mínima parte de ese periodo, en concreto el 0,4% de nuestra evolución, es de suponer que si algo tiene que definirnos no se encuentra en los últimos milenios.
  Pero a pesar de la reciente introducción de los cereales, en la dieta del hombre, ¿podemos considerarlos como beneficiosos para la salud?. Hay que tener en cuenta que nuestro organismo está diseñado para comer carne (de animales que corren en libertad), pescados y mariscos (no de piscifactorías), vegetales, algunas frutas (generalmente silvestres), frutos secos, raíces, etc; pero en contraposición a esta alimentación que puede ser consumida tal cual o con muy poca modificación, los cereales requieren de una elaboración previa que los haga digeribles, pues el ser humano no está dotado de enzimas que permitan su asimilación, por ello es necesario primeramente que sean molidas, remojadas, cocinadas para poder ser digeridas. Pero una vez digeridas hemos de saber que no son un alimento tan nutritivo como nos quiere hacer ver, carece de vitamina C por ejemplo, además muchas de las vitaminas y minerales desaparecen en el proceso de refinación, además tiene una sustancia  conocida con el nombre de fitato, la cual puede formar enlaces con el hierro, zinc, magnesio, y calcio impidiendo su absorción por parte del organismo. Sin mencionar la enfermedad celíaca, que aunque afecta a una pequeña parte de la población(1 de cada 200 personas), algunos hablan de una proporción mucho mayor si nos atenemos a síntomas más difusos e incluso ser asintomáticos  pero con un aumento de los marcadores inflamatorios prácticamente al 100% de la población.
 Todo lo dicho hasta éste punto es, en principio, el pilar básico de lo que considero el mayor error del ser humano. Hace 10.000 años se dio un paso de gigante en la evolución con la aparición de la agricultura y la domesticación de animales, lo que posibilitó una mayor prosperidad,  con unas relaciones humanas más complejas y la aparición de los primeros asentamientos agrícolas. Pero también trajo consigo una disminución de la talla, al dejar atrás una alimentación más rica y variada, y un aumento de enfermedades infecciosas debido a una mayor densidad poblacional y la convivencia con el ganado. Pero en realidad aunque hace 10.000 años que la civilización se colocó la soga alrededor del cuello, es en los últimos cien años cuando realmente la soga ha comenzado a asfixiarnos. Los cambios experimentados en las últimas décadas han sido brutales:aparición del azúcar y cereales refinadas  a gran escala, grasas vegetales, grasas trans, aumento consumo de fructosa, carne de animales estabulados alimentados con piensos y tratados con antibióticos, pescados con cantidades alarmantes de mercurio, PCBs, etc, o procedentes de piscifactorías  A todo esto hay que sumar los aditivos alimentarios: conservantes, colorantes, saborizantes, potenciadores del sabor, y un largo cocktel de sustancias añadidas a los alimentos de las que se desconoce realmente sus efectos a largo plazo en la salud humana. Aunque debemos estar felices, a nuestro rescate llega la medicina que nos convierte con suerte en enfermos crónicos, con una infinidad de medicamentos para cada una de las dolencias que aquejan al ser humano, eso sí, sin que  ninguna sea capaz de curar nada, pero eso parece ser lo de menos. Nos hemos acostumbrado a un estado de subsalud, o de enfermedad crónica, que es achacable a la edad o al aumento de la esperanza de vida, pero no es cierto. El ser humano ha pasado por la historia desconociendo la gran mayoría de las enfermedades que actualmente azotan al mundo. Enfermedades como el Cáncer, Ataque Cardíacos, Alzheimer, Parkinson, Enfermedades Autoinmunes, Diabetes, Alergias, etc, etc, etc. eran desconocidas hace más de cien años, pero hoy en día lo difícil es encontrar a alguien que no tenga ningún tipo de dolencia. Y la cantidad de enfermedades desconocidas no deja de crecer cada día. Y, ¿nadie se pregunta el porqué? o ¿si ante este panorama podemos hacer algo? 

   Creo que el porqué esta contestado. El cambio en nuestro patrones alimenticios desde la aparición de los cereales, marca el inicio de un declive en el ser humano, pero sin parangón alguno con lo sucedido en los últimos 100 años, por ello para recuperar el estado de salud optimo, habría que remontarse nuevamente a nuestra alimentación como cazadores-recolectores, pero no solamente esto, nuestros alimentos deben ser lo más "natural" que seamos capaces de encontrar, huyendo de cualquier tipo de carne que provenga de animales estabulado, prefiriendo siempre animales la caza, al aportar un perfil lipídico mucho más saludable, y sin tantos antibióticos como mencioné anteriormente. Pero además hemos de adecuar nuestra ingesta de calorías a una actividad física que deberá ser breve pero intensa , y huir de los tópico de 5 o 7 pequeñas comidas diarias. Pero todo esto lo iré comentando en otros post.

  

  No obstante antes de terminar ésta presentación, quiero dejar patente la importancia de los genes, pero no solamente los que porta el ser humano, sino otros huéspedes que llevan con notros desde los albores de nuestra evolución, me refiero a las bacterias, ellas son las responsables de muchos procesos metabólicos, así como de nuestra inmunidad, y de defensa contra otros microorganismos, para algunos es considerado como un "órgano extra" que complementa las funciones del cuerpo humano. Hay que tener en cuenta que hay 10 veces más bacterias en el cuerpo humano que células, y que si el ser humano porta entre 20.000 y 25.000 genes, los que codifican nuestra bacterias están alrededor de 600.000, por tanto si nos atenemos a los números, lo que define realmente al ser humano son sus bacterias.  Con ésto, lo que pretendo es destacar el papel de primerísimo orden que juegan estos microorganismos en relación con la salud, y como nuestro entorno, que está siendo completamente alterado junto con una alimentación desvirtuada, y el uso indiscriminado de antibióticos  está  modificando nuestra microbiótica, de tal modo que algunos afirman que el efecto protector que durante miles de años nos han proporcionado, ha desaparecido, con las nefastas consecuencias que por desgracia todos conocemos.



     En resumidas cuentas, las lineas que iré desarrollando en sucesivos post. serán los siguientes:
   
   -Se seguirá una dieta ancestral o paleodieta que será alta en grasa y muy baja en hidratos, con 50 gramos tendríamos suficiente para los tejidos dependientes de la glucosa (cerebro, riñón  eritrocitos o córnea). Teniendo en cuenta que el 70% del cerebro puede funcionar perfectamente con cuerpos cetónicos.
   -Ayuno intermitente (intermittent fasting). Se comerá una vez al día o en una ventana reducida de horas
   -Entrenamiento breve e intenso siempre en ayunas, buscando ejercicio de hipertrofia muscular , con alguna sesión de carrera de velocidad.