lunes, 26 de noviembre de 2012

EL COLESTEROL Y LAS GRASAS SATURADAS


    Siempre que se habla del colesterol, se le considera como el malo de la película, pero la realidad del colesterol es otra totalmente distinta, que poco tiene que ver con el papel que se le ha otorgado de villano. Además, siempre se le asocia con un compañero de fechorías, y  precursor, me refiero a las grasas saturadas. Ellos dos, han sido señalados, por la moderna medicina, como los culpables de la gran mayoría de enfermedades que azotan el mundo civilizado. Las enfermedades cardíacas, e incluso el propio cáncer, parecen ser las consecuencias de traídas de su mano.


  Pero, es importante saber, que el cuerpo puede fabricar el colesterol que necesite, aún siendo mínimo el consumo de grasas. Es por ello que las dietas basadas en un bajo consumo de éstas suelen tener poca incidencia en los niveles circulantes de colesterol. Pero la pregunta que habría que hacerse es ¿por qué, el cuerpo lo fabrica, en exceso? No creo que el cuerpo se dedique a producir una sustancia con el fin auto-perjudicarse, y lo que ocurre es más bien lo contrario. En realidad, cuando el colesterol aumenta de forma ostensible es porque no le queda más remedio. Me explico. Cuando nuestra alimentación es pro-inflamatoria, el cuerpo produce colesterol, para paliar los perjuicios causados por dichos alimentos. ¿Cuáles son éstos alimentos que producen inflamación? principalmente las grasas oxidadas, las grasas trans, los niveles altos en glucosa y fructosa en sangre, la elevada relación de los omega-6 con los omega-3, aditivos alimentarios, etc, etc. Es decir, los modernos hábitos culinarios, que poco o nada tienen que ver con nuestra alimentación paleolítica. Si las grasas fuesen las culpables de los males que padece hoy en día del ser humano, creo que ya nos habríamos extinguidos hace miles de años, pues su consumo fue muy elevado en aquel entonces. Pero, no nos  extinguimos por aquél entonces, sino todo lo contrario, se contaba con el esplendor de un organismo perfectamente adaptado para la supervivencia, y sin los múltiples achaques a los que hoy en día tan acostumbrados estamos. De hecho, no entiendo como con una alimentación tan rica en grasa saturada y colesterol, como la de los Masái, los Inuit o Esquimales,  no hallan entrado en los anales de los pueblos más aquejados por enfermedades coronarias,  cáncer y demás enfermedades que por desgracia todos conocemos, porque en realidad, ocurre exactamente lo contrario. Por otro lado, si fuese tan mala, no creo que en la leche materna, el 50 % de la grasa total de la misma provenga de la saturada, y sea tan rica en colesterol.




  El colesterol, considerado injustamente como el villano de la película, ha sido perseguido, masacrado y aniquilado, pero una vez hecho ésto, la situación de nuestra salud no ha mejorado, y parece relacionarse esa bajada de colesterol con un peor pronostico, pero aún así, siguen apareciendo multitud de medicamentos diseñados para reducirlo. De hecho es uno de los negocios más fructíferos, que existen, moviendo miles de millones de euros anualmente, por ejemplo el Lipitor, de Pfizer,  es el medicamento más vendido de la historia, pero dejando de lado el oscuro negocio de la venta de medicamentos, el colesterol ejerce importantes funciones dentro de nuestro propio organismo, de hecho es necesario para la formación del tejido nervioso, siendo fundamental para el funcionamiento del cerebro, puesto que forma parte de las conexiones sinápticas entre las neuronas. Además existen diversos estudios que relacionan un bajo colesterol, con un aumento de comportamientos suicidas y violentos. También, el colesterol es necesario para la formación de la bilis, con la que posteriormente se emulsiona las grasas de los alimentos, y  se absorben las importantísimas vitaminas liposolubles A, D, E y K.



  Cuando se toman  medicamentos contra el colesterol, hemos de considerar, no solamente la relativa poca eficacia que muestran contra las supuestas enfermedades a las que pretende combatir, sino que además interfieren en la formación de la vitamina D y la coenzima Q10. Mientras que la primera, es fundamental para la fabricación de las hormonas sexuales testosterona (hombres) y estrógenos (mujeres) la segunda, la coenzima Q10, es fundamental para la formación del ATP (molécula que acumula la energía necesaria, para realizar todas funciones del cuerpo), por lo tanto órganos que necesitan una gran cantidad de la misma,  como el corazón, el cerebro, el hígado, los riñones y músculos se ven seriamente afectados. 

  Resumiendo, si en alguna analítica de sangre, nos encuentran un colesterol por encima de 200, no hemos de preocuparnos por la cifra en sí, sino por lo que indirectamente puede estar indicándonos, y es que  nuestra alimentación  nos está  INFLAMANDO, y dicha inflamación es la que realmente está ocasionando un daño en nuestro organismo que trata de ser reparado con el aumento del colesterol. No matemos al mensajero creyéndole el culpable, porqué él solamente trata de poner arreglo a los desajustes que están causando nuestros hábitos. De hecho el colesterol es uno de los antioxidantes más potente que tenemos, forma también parte del sistema inmunológico, destruyendo miles células cancerígenas todos los días.
 

   Miremos detenidamente la composición de nuestra dieta, pues en ella encontraremos alguno de los culpables. Y como ya dije al principio, los alimentos más reactivos, y por lo tanto más capacitados para producir inflamación y por ello un daño real en nuestras arterias y el resto de nuestro organismo no son otros que los azúcares (el exceso de hidratos de carbono como cereales, harinas, etc), la fructosa, los aceites oxidados (cuanto más poliinsaturado sea, mayor posibilidad de oxidación), grasas trans, aditivos alimentarios, cloro del agua, el tabaco, el alcohol, y en general, toda alimentación procesada, pues es susceptible de producir inflamación. Pero también el estrés y la obesidad pueden del mismo modo conseguir aumentar los niveles de colesterol en sangre.


  No nos preocupemos tanto por la cantidad de colesterol que circula por nuestro cuerpo, hay algo mucho más peligroso, y son los niveles altos de glucosa (o peor aún, de fructosa), pues ellos pueden posibilitar una mayor cantidad de productos de glicación avanzada (entrecruzamiento de glucosa y proteínas), que es lo que puede causar endurecimiento de las arterias, envejecimiento prematuro, diabetes, disfunción renal, e insuficiencia cardíaca. Por otro lado los niveles más alto de colesterol en personas mayores, está relacionado  con una mayor probabilidad de supervivencia, que aquellos que lo tienen más bajo. Así pues, la próxima vez que a un familiar nuestro le receten estatinas para reducir el colesterol, pensemos más en los perjuicios que en los supuestos beneficios.

  

7 comentarios:

  1. Hola Carlos,
    Veamos como interpretamos estos resultados pues. Soy diabético tipo 1. Sigo una dieta baja en hidratos desde hace unos tres meses con lo que mis niveles de glucosa en sangre han mejorado espectacularmente. El problema es que el colesterol se ha disparado, con un nivel total de 360 y un nivel de LDL de 190. Entiendo que estar algo por encima de 200 no tiene que indicar ningún problema, pero ¿ante un nivel tan alto?¿Hay un problema o no?

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    1. Hay algunos datos que desconozco, por ejemplo: tus trigliceridos, tu HDL, la cantidad de grasas e hidratos que consumes( ni que tipo de hidratos), si haces o no ejercicio, tu índice de masa corporal. En principio, hay personas, muy susceptibles que al seguir una dieta muy baja en hidratos de carbonos han experimentado un aumento en el colesterol, si a la baja de hidratos de carbono se le acompaña con un alto consumo de grasas la tendencia podría ser el aumento el colesterol LDL (habría que saber si es del subtipo más aterogénico, es decir de partículas más pequeñas y densas), en cambio si a la baja los hidratos, se le reducen también las grasas, y más altas en proteínas parece que ésto no ocurre con el LDL. No obstante mira esta relación Colesterol Total/HDL, si es mayor a 5 tienes existe un mayor riesgo de EC y si es menor, menos riesgo, es decir cuanto más bajo mejor.
      No obstante, el que mejor te podría aconsejar sería tu médico, yo puedo dar mi opinión, pero nada más. Te dejo un estudio sobre las dietas bajas en hidratos en personas con diabetes tipo I

      - Nielsen Jv, et al. Low carbohydrate diet in type 1 diabetes, long-term improvement and adherence: A clinical audit. Diabetology and Metabolic. 2012.

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  2. Gracias por tu respuesta Carlos,
    Obviamente acudo al médico, aunque también busco respuestas alternativas. El médico ya sé qué me dirá.
    HDL 54.9
    Triglicéridos 74
    VLDL 14.8
    Dieta sin nada de harinas ni azúcares refinados. Alta en grasas (huevos, carne y pescado), en verduras y tan solo un par o tres de piezas de fruta al dia. Deporte de alta intensidad (media hora 3 o 4 veces por semana) más caminatas a ritmo suave (2 o 3 horas un par de veces por semana).
    Altura 1.89 y peso unos 75kg. Antes de la dieta unos 83kg.
    Gracias.

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    1. Puede, que lo que esté ocurriendo sea la resolución de un hígado graso, debido al aumento en el consumo de colina (huevos, carnes,)y betaína (verduras como las espinacas, acelgas). Ambos ayudan a exportar la grasa del hígado a la sangre, el problema es averiguar porqué no se borran adecuadamente y permanecen por tiempo, quizás la respuesta sea por una resistencia a la insulina y a la leptina. Mientras que la insulina borra los triglicéridos de la sangre, la leptina activa la hormona tiroidea que activa los receptores LDL. Aunque el problema, por lo que veo, está únicamente en tu LDL, por lo que podría tratarse de una resistencia a la leptina o estás llevando una dieta muy baja en carbohidratos que podría disminuir la función de la tiroides y aumentarte el LDL.

      Prueba a aumentar muy moderadamente el consumo de hidratos de tubérculos como patata o boniatos cocidos después de los entrenamientos. Creo que vas por el buen camino.

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    2. Hola Carlos,
      Tras unos meses en los que he continuado leyéndote e informándome sobre todo lo relacionado, tengo que decirte que sigo con el colesterol disparado. De hecho en todo este tiempo no ha bajado, siendo los números actuales los siguientes:
      Colesterol Total: 413
      HDL: 72.6
      Triglicéridos: 63
      Función tiroidal correcta.
      Durante todo este tiempo he podido torear al médico, pero hoy me he venido con la receta de las dichosas estatinas. Soy diabético tipo 1 y hago dieta paleo baja en hidratos (aunque incluyo algo de patata de vez en cuando y fruta cada día) desde septiembre de 2012. El control de la glucosa es perfecto. Hago deporte 1 o 2 veces por semana y vivo bastante estresado, aunque sea un parámetro difícil de medir.
      No se qué hacer al respecto.

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    3. ¡Hola!, tu problema con el colesterol dentro de una dieta paleo, no parece ser exclusivo, y bastantes son los aquejados por la misma condición. En tu caso, el problema es más peculiar al ser diabético tipo 1. Dentro de la esfera paleo son muchos los que se plantean el porqué esto sucede en un gran número de personas, pero la verdad es que nadie ha encontrado una respuesta totalmente satisfactoria. Creo que hay un grupo indeterminado de personas que pueden ser "intolerantes" a una dieta alta en grasas (cuestión genética?), y lo pongo entre comillas porque el único trastorno evidenciado es el aumento del colesterol, manteniéndose bajos los triglicéridos, alto el colesterol HDL, baja glucosa en ayunas, etc. ¿Es este colesterol LDL peligroso?, no lo creo, pues lo más lógico al presentarse bajo número de trigliceridos es que no sea del colesterol aterogénico (pequeño y denso). ¿Qué deberías hacer?, si no fueses diabético te diría que mantuvieses una dieta moderada-baja en grasas, y más elevada en hidratos, esto no quiere decir que dejes de ser paleo, pues se puede ser paleo llevando una dieta alta en carbohidratos, pero está claro que al hacerlo aumentarían algo más lo triglicéridos y disminuiría el HDL, pero pro contra bajarías el dichoso colesterol LDL.

      Tal vez se deba a un defecto en la enzima Acil-colesterol -acil-transferasa (ACAT), la cuál está muy influenciada por la composición de la dieta. Esta enzima es la encargada de volver a esterificar el colesterol libre que no es utilizado por la célula, regulando el colesterol a nivel plasmático, pues este colesterol libre impide la captación de más partículas LDL, al disminuir el número de receptores celulares, y una dieta alta en grasas parece producir una inhibición de esta enzima. ¿Puede ser este el problema en tu caso?, lo desconozco, pero en el supuesto que fuese, una dieta alta en grasas podría "perjudicarte". ¿Qué debes hacer...?, sinceramente no lo sé, es una cuestión que debes valorar tú. Mi opinión no cuenta en este caso y jamás puede servir para anular ningún criterio médico..., espero que lo entiendas.

      ¡Un saludo!

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    4. ¡Gracias por responder!

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