A lo que íbamos..., que como empiece a irme por las ramas desde el principio no acabo este post en varias semanas.
Al llevar una dieta alta en grasas nuestro organismo tiende a promocionar una serie de adaptaciones con el fin de poder oxidar esos lípidos de manera más eficaz. Pero esta respuesta puede variar en función de nuestras propias características, esto significa que una persona delgada podría estar en mejor disposición de hacerlo que otra obesa. La pregunta que cabría hacerse es por qué sucede esto. Parece ser, que mientras los primeros son capaces de aumentar la expresión de genes implicados en la oxidación de lípidos en el músculo esquelético, a las personas obesas y resistentes a la insulina parece atragantárseles esta cuestión como se muestra el siguiente gráfico.
Las siguientes proteínas están
implicadas de alguna manera en la oxidación de los lípidos, ¡veámoslo
detenidamente!. Esta gráfica ha sido obtenida
de este estudio (aquí).
En primer lugar, los receptores activados por el
proliferador de peroxisomas (PPARs) y PPAR coactivador 1α (PGC-α) son receptores
nucleares que regulan la expresión de determinados genes implicados en la
regulación del metabolismo y que pueden ser activados por los propios ácidos
grasos, en cuyo caso se aumentaría la expresión de genes relacionados con
la mejora de la oxidación lipídica. En este sentido, PGC-1α regularía al alza la expresión de piruvato deshidrogensa quinasa 4 (PDK4) que funciona como un regulador negativo de la vía glucolítica al
inhibir el complejo piruvato deshidrogenasa
PDC que
es el encargado de catalizar la conversión del piruvato (procedente de la
degradación de la glucosa) a acetil
Coa para su posterior entrada
en el ciclo de krebs, favoreciendo de este modo la betaoxidación de ácidos
grasos, es decir, se inhibiría la utilización de la glucosa para
favorecer la oxidación de lípidos en el músculo esquelético.
Por otro lado, la proteína UCP3, pertenece a las proteínas desacoplantes que se encuentran principalmente
en el músculo esquelético. Su mayor expresión tiene una gran importancia cuando
se lleva una dieta alta en grasas, ¿por
qué?, bueno, esta proteína además de producir el desacoplamiento de la
fosforilación oxidativa aumentando el flujo de protones desde el espacio
intermembrana a la matriz mitocondrial favoreciendo con ello el aumento de
temperatura (a expensas de la producción de ATP), también facilita la salida
de ácidos grasos no metabolizados desde la matriz mitocondrial al citosol.
Esta función es muy importante porque evita que esos ácidos grasos puedan ser
degradados por las especies reactivas de oxígeno (ROS), creando peróxidos
lipídicos que podrían comprometer la capacidad oxidativa mitocondrial.
Otra de las enzimas que vemos en ese gráfico es la carnitina palmitoiltransferasa (CPT1) que es encargada de permitir el acceso de ácidos grasos de cadena larga desde el citosol al interior de la mitocondria. Cuando se lleva una dieta baja en hidratos, la enzima Acetil CoA Carboxilasa (ACC) (que es la encargada de transformar el Acetil CoA en Malonil CoA, molécula clave en la formación de ácidos grasos) se encuentra inactiva, por lo que se reducen los niveles de Malonil, que es un inhibidor potente de CPT1. Es decir, menos concentración de malonil equivale a una mayor actividad de CPT1 y por tanto mayor betaoxidación mitocondrial de ácidos grasos. En cambio si la alimentación es muy rica en hidratos, los niveles de acetil CoA formados en el interior de la mitocondria darían lugar a niveles crecientes de citrato debido a la inhibición de la enzima isocitrato deshidrogenasa (ISD) por aumento de las concentraciones de ATP, forzando su salida de la mitocondria, formándose nuevamente Acetil CoA, que por acción de la ACC (ahora muy activa) se transformaría en Malonil (inhibiendo CPT1) que sería el paso previo para la síntesis de ácidos grasos de novo. (imagen obtenida de aquí)
Como podemos en el gráfico anterior, todas estás enzimas reguladoras de la oxidación de las grasas se encuentran disminuidas en las personas obesas después de llevar una dieta alta en grasas por cinco días (resistentes a la insulina?). Esto no es positivo y es posible que esta menor adaptación a la oxidación de lípidos pueda tener mayores implicaciones en el futuro. Pero lo que sí debemos tener claro es que cuanto mayor sea el tiempo necesario para adaptarnos a la oxidación de los lípidos en una dieta alta en grasas mayor pueden ser los efectos adversos ocasionados en los diferentes tejidos, principalmente en el muscular, pues la menor oxidación de ácidos grasos podría favorecer su acumulación intracelular RESTANDO SENSIBILIDAD A LA INSULINA posteriormente. Pero no sólo debemos tener presente que la menor oxidación de lípidos se puede producir en condiciones de ayuno, sino que una menor utilización durante la actividad física podría predisponer a un consumo más elevado de glucógeno muscular, lo que puede disminuir además nuestro rendimiento.
En el siguiente gráfico, obtenido del mismo estudio (aquí), se pone de manifiesto que en personas delgadas, después de llevar una dieta alta en grasas, se produce una disminución de la concentración de acilcarnitinas, esto refleja precisamente la mejora en eficacia mitocondrial en el uso de los lípidos. ¡Veamos este proceso detenidamente!
Cuando aparecen acilcarnitinas
significa que la escisión del ácido graso no ha sido completa. Cómo vemos, las personas obesas después de llevar una dieta alta en grasas sufren un incremento de las acilcarnitinas de
cadena media, en comparación a lo que sucede con las personas delgadas, donde se aprecia una
disminución de las mismas. Esto significa que las primeras tienen mayor
dificultad para completar adecuadamente la escisión del ácido graso, generando
más "residuos lipídicos". Sabemos que el problema sucede en la beta
oxidación y no en la entrada en la mitocondria por la longitud del ácido graso;
esto sugiere que no existen diferencias destacables en este punto entre sujetos
delgados y obesos.
Pero si nos fijamos hay algo
también que resulta reseñable. Antes de iniciar la dieta alta en grasas vemos
que las diferencias entre delgados y obesos también son destacables. Los
primeros tienen mayor
concentración de acilcarnitinas y menor de piruvato, y en los segundos
sucede exactamente lo contrario; presentan menor
cantidad de acilcarnitinas y bastante mayor concentración de piruvato. Esto
sugiere que en una dieta estándar, más rica en hidratos de carbono, las
personas delgadas exhiben mayor facilidad para usar este macronutriente, no así
las personas obesas que se ven más limitadas en su uso. A esto se le llama
flexibilidad metabólica y las personas obesas, resistentes a la insulina y/o
diabéticas presentan un alteración de esta importante capacidad.
Aunque en una dieta baja en
hidratos de carbono (alta en grasas), los sujetos obesos se muestran menos
eficaces a la hora de manejar este macronutriente, vemos también que se acercan
más a lo que ocurre con las personas delgadas en una dieta alta estándar..., ¿esto sugiere que una dieta para
una persona obesa y resistente a la insulina debería ser moderada en hidratos? (destaco en rojo porque considero que en realidad esta es la
cuestión más importante), puede que sí, al menos si atendemos a este otro estudio, donde
se sugiere que para la perdida de peso la composición de la dieta óptima
depende precisamente del grado de sensibilidad que se tenga a la insulina, de
tal forma que las personas sensibles a la insulina podrían obtener mayor
beneficio en una dieta más alta en hidratos, y viceversa, las personas
resistentes a la insulina mostrarán mayor eficacia en una dieta baja en
hidratos.
Pero también creo, a tenor de
este otro estudio (aquí), que una
persona obesa y resistente a la insulina, y por tanto, con una flexibilidad
metabólica alterada debería mantener una cierta contención calórica si opta por
llevar una dieta alta en grasas. Copio de este mismo estudio:
"Las personas capaces de aumentar rápidamente la oxidación de grasas en respuesta a los cambios en la ingesta de grasas, a la larga tienen una acumulación de grasa muscular menor y son menos propensos a la resistencia a la insulina en comparación con los que se adaptan más lentamente. Considerando un consumo de energía de 2500 kcal / día (el consumo de proteínas 20% de la energía total), los individuos metabólicamente inflexibles acumularían 200 g más grasa que los sujetos flexibles después de 1 semana de una dieta alta en grasas (60% de la energía total)."
Pero hay algo que
también quizás sería reseñable, y es que, tal vez, los cambios constante en la
composición de macronutrientes podrían ser perjudiciales para aquellas personas
que son obesas resistentes a la insulina, esto significa que al mantener una
dieta alta en grasas durante unos cuantos días y volver a una dieta estándar
alta en hidratos de carbono por otros pocos días, se podría estar propiciando
un incremento de lípidos en el interior de las fibras musculares menoscabando
aún más la sensibilidad a la insulina. En base a esto podría ser cuestionable
realizar una dieta ciclada de carbohidratos, donde se sigue una dieta
cetogénica o muy alta en grasas durante unos cuantos días y luego a
continuación se cambia radicalmente a una elevación de los carbohidratos. Esto
que se hace con el fin de producir un relleno
del glucógeno muscular y evitar descensos acusados en la
leptina podría ser
contraproducente para estas personas. Supongo que serán necesario más estudios
en este sentido, pero creo que los que realmente pueden beneficiarse de este
plan son aquellas personas que mantienen una adecuada flexibilidad metabólica,
pues esto les permitirá adaptarse rápidamente a estos cambios introducidos en
los macronutrientes de las dieta.
A ver, te doy mi impresión del estudio y me corriges, que ando liado y he hecho lectura rápida. Dieta isocalórica de un 65%HC, 15% de protes y un 25% hidratos, para delgados y obesos. Mejor adaptación metabólica y aumento en la eficiencia del metabolismo lipídico en delgados. En personas obesas tras dieta alta en grasas desciende el piruvato, lo que indica que sigue empleando la glucosa en lugar de las grasas como sustrato energético, seguramente por falta de esa flexibilidad metabólica. Pero lo que yo no veo es que sacar en aplicación práctica en el estudio. Me explico, en obesos con seguramente con una mala sensibilidad a la insulina, yo de entrada nunca le pondría una dieta isocalórica. Seguramente y como enlazas en estudio, estoy seguro que conseguiría una mayor perdida de peso y una mejora importante de marcadores (inflamatorios y de riesgo cardiovascular) con una dieta muy baja en carbohidratos (yo los bajaría más del 25% del estudio, y entonces analizaría el piruvato y estoy casi seguro que con dieta hipocalórica (yo soy de los que creo q las cetogénicas empleadas para perdida de peso también han de ser llamadas hipocalóricas), sí creo que aumentará el uso de grasas como sustrato. Y bueno, yo creo que al reducirse el peso, y si no prolongamos indebidamente la dieta cetogénica en el tiempo, y empezamos un programa progresivo de ejercicio físico, mejorará la sensibilidad a la insulina y podremos a medio plazo, aumentar hidratos, aumentar intensidad, conseguir flexibilidad metabólica y conseguir una dieta más sostenible en el tiempo, y seguramente más beneficiosa para nuestra microbiota que una dieta cetogénica.
ResponderEliminar¡Hola Rubén! El título del post es “especulando con un dieta alta en grasas” y eso es lo que estamos haciendo, ¿verdad?
EliminarBueno, el estudio me parece bastante esclarecedor sobre las diferencias metabólicas entre personas obesas y delgadas. En una dieta ALTA EN HIDRATOS, las que son delgadas utilizarían adecuadamente este macronutriente, mientras que limitaría la oxidación de grasas. Los obesos, por contra, tienen dificultades para metabolizar los hidratos de carbono y en su lugar se muestran más eficaces en el uso de los ácidos grasos. Cuando se cambia a una dieta ALTA EN GRASAS, los sujetos delgados realizan una rápida conmutación para usar mayoritariamente este macronutriente mientras que relegan la utilización de la glucosa. No así las personas obesas que oxidarían peor este último macronutriente, mejorando algo la utilización de la glucosa. En otras palabras, hacen lo contrario a lo que realmente deberían hacer. Pero en cualquiera de los dos casos la glucosa (por los niveles elevadísimos de piruvato) es el macronutriente más problemático para las personas obesas (resistentes a la insulina). Por ello creo que una moderación de este macronutriente es lo más adecuado. Hay que pensar que la glucosa, al igual que la grasa, puede seguir dos vías: la oxidativa y la acumulativa, si la primera falla queda la segunda; mientras podamos “reducir” los niveles de glucosa convirtiéndola en grasa los problemas no serán graves, cuando exista también problemas en esta segunda vía la cosa se pondrá bastante más seria (caso de resistencia a la insulina en tejido adiposo). Este estudio pone patente la inflexibilidad metabólica de las personas obesas, lo que las impide conmutar rápidamente entre hidratos y grasas ante las alteraciones que pueden sufrir estos macronutrientes en una dieta estándar no organizada, donde unos días pueden ser muy elevados en grasas, otros ser los hidratos los mayoritarios o incluso que la dieta sea rica en ambos.
Pero cuestiones como UCP3 son también muy importantes, su menor expresión en las personas obesas sin duda tiene mucho que ver con los problemas que se pueden sustanciar con el uso de los lípidos, pues la mayor generación de ROS que esto causa y la menor “exportación” de aniones de ácidos grasos fuera de la mitocondria eleva la producción de peróxidos lipídicos, que pueden finalmente inducir una menor capacidad oxidativa mitocondrial. Cuanto peor sea esa función mitocondrial mayor será la inflexibilidad metabólica.
Por ello es tan importante añadir ejercicio físico y dieta, de hecho este es el tándem más eficaz para tratar esta problemática, y el procedimiento que tú mencionas creo que es, sin duda, el más correcto.
Cuando hablas de dietas ALTAS en grasas a qué te refieres exctamente?
ResponderEliminarAl porcentaje referido en el estudio, pero tienes razón no lo había puesto: 65% grasas, 15% proteínas y 25% de hidratos de carbono.
ResponderEliminarHola. Una persona normal q empieze una dieta cetogenica y le vaya bien y siga bajando de peso pero siente hinchazon abdominal y va con mayor frecuencia al baño, porq podria suceder esto? Gracias.
ResponderEliminar¡Hola!, en principio lo desconozco, pero podría ser por una menor capacidad de tu organismo para hidrolizar (degradar) las grasas de la dieta. Para poder absorber los triglicéridos provenientes de los alimentos estos deben ser primeramente emulsionados por los ÁCIDOS BILIARES y luego degradados completamente a diglicéridos, monoglicéridos y ácidos grasos por las diferentes LIPASAS pancreáticas, si no se produce en cantidades suficientes podrían alterar el normal funcionamiento intestinal provocando inflamación y diarrea (esteatorrea). Es posible que estas alteraciones puedan desaparecer con el tiempo, pero si no es así consúltalo a un médico.
ResponderEliminar¡Un saludo!
He empezado una dieta rica en grasas desde hace una semana, bajando los carbohidratos al mínimo. los últimos días me he dado cuenta que aumenta mi temperatura corporal estando en reposo. Pensarías que tiene que ver con la proteína UCP3? (hablas de un aumento de temperatura, pero no entiendo a que te refieres). Sería signo de una buena adaptación a la dieta o de una mala? Gracias de antemano.
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