viernes, 1 de noviembre de 2013

¿Y SI NO FUERA CUESTIÓN DE MACRONUTRIENTES?

     Es posible que en determinadas ocasiones me centre en exceso en la composición de los macronutrientes de la dieta...,es cierto que las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas de los alimentos tienen una vital importancia para nuestro organismo, porque de su descomposición obtenemos: aminoácidos, glucosa y ácidos grasos  con los que cubrir las necesidades estructurales y energéticas de nuestro cuerpo.

     Hemos intentado dilucidar la composición de la dieta que podría resultar más adecuado para el ser humano como si su salud dependiese de un porcentaje concreto. Todo el mundo, además, parece haber tomado, en mayor o menor medida, partido en esta caza de brujas, al tratar de defender a un macronutriente en detrimento de los otros dos. Mientras que la postura "oficial" y mayoritaria señalaba el poder destructor de las grasas y la benevolencia de los hidratos de carbono, otros en cambio preferían manifestar la supremacía de la proteínas por encima de cualquier cosa, y tampoco faltaron los que consideraron a las grasas como el macronutriente perfecto que había de ser consumido de manera preferente.



     ¿Quién tiene razón?, ¿y si nos hemos equivocado todos?, ¿ y si en realidad los macronutrientes no son tan importantes...?. Pero si ninguno de ellos es el malo de la película, ¿de dónde viene esta plaga de enfermedad que asola nuestra civilización?. Es cierto, cáncer, diabetes o una enfermedad cardiovascular parecen esperar pacientemente su turno para señalar con su dedo a todos y cada uno de nosotros...,

     Algunos podrán decir que es la contaminación que lo abarca todo..., está en el aire que respiramos, en el agua que bebemos, y en la comida que ingerimos. Entonces, ¿qué podemos hacer?, ¿salir huyendo de las grandes urbes y refugiarnos en un pueblecito de alta montaña y consumir los alimentos que nosotros mismos cultivemos...?, no estaría mal, pero no es una solución sencilla. No obstante creo que no podemos reducir completamente la enfermedad a la polución de origen medioambiental.

     Creo que el origen de la la gran mayoría de las enfermedades deviene de los bajos niveles de energía que se producen en las células de nuestro cuerpo. La vida es siempre energía, y la ausencia de ella significa la muerte. Pero ¿dónde obtenemos la energía?, lógicamente de los alimentos que consumimos... Entonces llegamos otra vez a los macronutrientes, ¿no...?,¡creo que ya sé cuál es el error!. Es cierto, los alimentos fruto del trabajo de nuestro sistema digestivo y bacterias intestinales nos aporta los principios básicos que podrán ser utilizados para producir entre otras muchas cosas, energía. El proceso de obtención de energía no es sencillo, esta se lleva a cabo en una diminutas centrales eléctricas situadas en todas las células de nuestro cuerpo que son las mitocondrias.

      Glucosa, ácidos grasos y aminoácidos pueden ser descompuestos en Acetil CoA donde podrá ser oxidado en el ciclo de krebs para fabricar posteriormente la moneda de cambio energético que es el ATP, de tal forma que si su suministro es constante, los niveles de energía siempre serán elevados, ¿verdad?, pues no. Esto no es lo que ocurre, en realidad lo más normal es ver estados de baja energía como situación normal. Pero si nuestras mitocondrias disponen de todo el combustible, ¿por qué no se produce ese estado de plenitud caracterizado por elevados niveles de energía?. Porque nos falta algo muy importante, LOS MICRONUTRIENTES, efectivamente, los alimentos no son solo meros macronutrientes, son mucho, pero que mucho más; sin las vitaminas y minerales que los alimentos aportan en cantidades suficientes, nuestras mitocondrias no podrían funcionar a pesar de tener toneladas de glucosa, ácidos grasos y proteínas para utilizar, sin ellos esta sofisticada maquinaria para obtener energía simplemente se para. Esto es lo que está ocurriendo realmente, nuestra alimentación cada vez más artificial se va despojando progresivamente de los micronutrientes que los alimentos naturales encierran. No es infrecuente ver personas que se alimentan de macarrones, espaguetis, arroz blanco (integral peor), pizzas, patatas fritas, pan, bollos, y sucedáneos de carne o pescado en forma de salchichas o palitos o cualquier otra mientras sea de aspecto agradable, embutidos diversos, huevos con el número de serie que empieza por 3, o  vaya usted a saber. Todo es artificial, todo es mentira, son alimento que en realidad solo presentan macronutrientes, pero claro sabedores de este desaguisado los fabricantes lo aderezan caprichosamente con un cóctel de vitaminas, también artificiales, para vendernos de este modo un alimento sano, natural y equilibrado, y una mierda. Esto es lo que está pasando. Hemos de entender que las vitaminas y minerales que se encuentran en los alimentos naturales lo hacen en una proporción justa y equilibrada siendo aprovechado al 100 % por nuestro organismo también natural (no lo olvidemos, no somos cíborgs), de tal forma que ellos desempeñan un papel fundamental actuando como coenzimas y cofactores en los procesos para la generación de esa moneda de cambio que es el ATP, porque sin ellos la energía celular declinará sin ninguna duda.

  Veamos algunos de estas coenzimas:

  • Pirofosfato de tiamina.- requiere de tiamina (vitamina B1),  magnesio y ATP involucrada en el metabolismo de los hidratos de carbono, permitiendo metabolizar el ácido pirúvico.
  • Flavina mononucleótido.- Es un agente oxidante que puede transferir electrones, participando en la respiración celular, deriva de la rivoflavina (vitamina B2).
  • Flavina adenina dinucleótido (FAD).- Igual que la anterior proviene de la rivoflavina, que interviene como dado o aceptador de electrones y protones en reacciones metabólicas redox
  • Nicotinamida adenina dinucleótido (NAD).-Su función principal es el intercambio de electrones e hidrogeniones en la producción de energía de todas las células, procede la la niacina (vitamina B3).
  • CoA (Coenzima A).- Es una coenzima fundamental para la oxidación de los ácidos grasos, deriva del ácido pantoténico (B5).
  • CoA, Biotina y FAD.- También están involucrados en la síntesis del grumo hemo, parte fundamental de los citocromos y de la cadena respiratoria.
  • De propionil CoA (derivado de los ácidos grasos de número impar)a Succinil-CoA (que es el que entra en el ciclo de krebs) requiere de vitamina B12.
      Además de estas vitaminas del grupo B que vemos que participan de una manera muy activa en la producción de energía en la mitocondria habría que añadir otras como la vitamina A, C, D, E, K y minerales como el hierro, magnesio, zinc, selenio, cromo, calcio y fósforo con funciones tan diversas  y variadas que sería imposible aclarar en un solo post. Pero no solo las vitaminas y minerales están presente en los alimentos, existen otras sustancias contenidas en frutas y vegetales que les otorgan su característico color, me refiero a los fitonutrientes, como puede ser: flavonoides, carotenoides, luteína, terpenos, antocianinas, sulfurofanos, etc, etc, los cuales juegan un importante función antioxidante, desintoxicante y fortalecimiento del sistema inmune. Por tanto, pretender reducir la salud a la justa proporción de los diferentes macronutrientes me parece totalmente absurdo.

   Como vemos, si esos cofactores o coenzimas de los que hemos hablado no se encuentran presentes en suficiente cantidad en las mitocondrias, el proceso de obtención de energía se ralentiza o incluso se detiene. Pero si no somos capaces de transformar los alimentos que consumimos en energía, ¿donde van a parar?, lógicamente, lo que no puede ser oxidado en la mitocondria, porque la rueda de este proceso es ineficiente, sin duda será almacenado. Esto es lo que realmente está ocurriendo, no solo nos sentimos cansados y faltos de energía sino que la mayor parte de los alimentos que consumimos acabarán convertidos en grasa PORQUE NO PUEDEN SER OXIDADOS EN LAS MITOCONDRIAS;  y esta mayor tendencia acumulativa es la que progresivamente podría derivar en el inicio de una serie de trastornos metabólicos que llevarían en un primer momento al síndrome metabólico, luego la diabetes y posteriormente el cáncer.

  Quizás he reducido en exceso el contenido de este post, sin duda hablaremos más de todo esto, pero lo importante es quedarnos con la idea. Ahora, cuando nos pregunten si nuestra dieta es alta en hidratos, grasas o proteínas, le podríamos contestar que sí a las tres opciones..., habrá días que sea muy alta en grasas, otros que tal vez sean los hidratos los principales e incluso no faltarán los días en que las proteínas manifiesten tal hegemonía. Pero cualquiera que sea la opción, lo que siempre contendrá mi dieta es alimentos NATURALES.

1 comentario:

  1. Estoy muy de acuerdo con este post. Yo, como dices, también pensaba que la cuestión estaba sólo en la proporción de macronutrientes. Pero llegué a la conclusión de que no había que fijarse sólo en los macronutrientes, de una forma un poco curiosa: leyendo sobre alimentación de modelos, actores y actrices famosas en revistas del corazón. Aunque las revistas del corazón puedan no parecer una buena fuente para aprender sobre nutrición, cuando hablaban de dietas y cómo se mantenían en forma actrices, actores y modelos yo miraba a ver si contaban algo interesante sobre entrenamiento o nutrición, dado que son los físicos considerados como ideales hoy en día y, creo que algo deberán hacer para mantenerse bien. Y leyendo los típicos reportajes de “las dietas de las famosas” aparentemente superficiales, me di cuenta de una cosa: los porcentajes de macronutrientes variaban mucho de unas a otras, pero lo que estaba presente en todas las dietas era la alimentación natural. Unas podían tener mucha fruta y cereales, y otras mucha carne y pescado… pero siempre había esa característica común: eliminar la comida basura, la bollería industrial, bebidas de lata, etc.

    Y ahí creo que está la clave: no estamos diseñados para tomar cosas químicas, artificiales, no naturales. Y es cierto que ahora casi todo lleva añadidos químicos, por lo que es imposible no comer nada químico, pero sí podemos eliminar todo aquello que está tremendamente cargado de química, como los fritos de bolsa, bebidas de colorines (incluidas esas que se venden como especiales para deportistas y que, en realidad, son especialmente contraindicadas para deportistas), gominolas, etc.

    Tampoco es que crea que la proporción de macronutrientes de exactamente igual, pero estoy totalmente de acuerdo en que fijándose sólo en los macronutrientes se deja uno cosas muy importantes en el tintero.

    Saludos

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