jueves, 9 de mayo de 2013

EN BUSCA DE LA SALUD PERDIDA III

Pero después de ver esos progresos iniciales, nuestro amigo que desde entonces no ha dejado de leer temas relacionado con el estilo de vida paleo, decide comenzar con las dietas cetogénicas y los ayunos intermitentes (IF). Así de éste modo comienza a retirar progresivamente también los hidratos de carbono que provenían principalmente de la fruta y los tubérculos;  y durante 3 días a la semana, en concreto, los lunes, miércoles y viernes,  realiza ayunos de 18 horas de duración, donde la comida básicamente se compone de grasas y proteínas, a la que suele acompañar una exigua ensalada verde. Pero además en  ése mismo gimnasio al que se apuntó un tiempo atrás, imparten clases de crossfit, a las que decide también acudir. Así, de éste modo, nuestro amigo que durante toda su vida había mantenido una alimentación alta en carbohidratos, principalmente provenientes de cereales refinados y azúcares, y que además había realizado muy poco ejercicio físico durante la mayor parte de su vida, ahora por contra  realizaba una dieta cetogénica, con ayunos intermitentes y se había convertido en un entusiasta de los deportes de alta intensidad.¿Cómo creéis que se podría encontrar?, genial al principio, bien a los meses y regular un poco después. ¿Por qué?



 Analicemos la situación, porque ésto mismo nos podría pasar a nosotros. Hemos visto por su analítica que ésta persona comenzaba a mostrar algunos problemas hormonales y metabólicos. Recordemos...., poseía un ligero sobrepeso, aunque sin llegar a ser obeso, seguramente propiciado por una dieta inadecuada, alta en azúcares y posiblemente también en calorías, algo que se evidencia por los niveles elevados de colesterol y triglicéridos. Sus problemas estomacales bien podrían deberse a un hipoclorhidria gástrica por efecto de la bacteria Helicobacter Pylori, o una posible enfermedad autoinmune, o el uso de antiácidos, o inclusive por niveles elevados de cortisol (aunque la medicina moderna considere lo contrario), pero el caso es que una baja producción de ácido gástrico evitaría que la enzima encargada de degradar la proteína, la pepsina, actuara correctamente, pero además el ph al ser más alcalino tampoco estimularía la producción de las enzimas pancreáticas  en el intestino delgado; las consecuencias de ésto sería un sobrecrecimiento bacteriano y una entrada de proteínas extrañas al interior de la circulación, provocando reacciones alérgicas y/o  inmunológicas, pero por otro lado, y debido a su alimentación rica en azúcares y cereales, se habría producido un desplazamiento de las bacterias simbióticas empujadas por aquellas otras especializadas en la degradación de los azúcares.

Éste desequilibrio produciría finalmente una permeabilidad intestinal ocasionando numerosos trastornos como ya hemos descrito en otras ocasiones. Pero además, ésta inflamación de la mucosa conllevaría un aumento de citoquinas inflamatorias que podrían mandar señales a lugares distantes e inclusive al propio cerebro, generando trastornos psicológicos, y además, inducir resistencia a la insulina.

Por otro lado, también sabíamos que era una persona ciertamente estresada,  e incluso tenía problemas para conseguir un sueño reparador, quizás por éste motivo, sus niveles de cortisol elevado afectarían a su estomago y tiroides, lo que explicaría esa pérdida de pelo que estaba experimentando en los últimos tiempos.

 Ahora pensemos... , ¿sinceramente creéis que todos éstos problemas se arreglan en unos meses?, por supuesto que no, y ésto es lo que empieza a evidenciarse principalmente cuando nuestro amigo comienza a realizar dietas cetogénicas y entrenamientos HIIT, ¿por qué?, al principio, al retirar alimentos como azúcares, cereales, lácteos y legumbres, y sustituirlos por verduras, frutas y algunos tubérculos consiguió reducir enormemente la cantidad neta de hidratos de carbono consumida diariamente, y ésto le ayudó a mejorar su salud, posiblemente porque ya presentaba un SÍNDROME METABÓLICO, que en realidad no es otra cosa que una intolerancia más o menos acusada a los azúcares, pero después de ésta mejora inicial (la cual debería haber mantenido por más tiempo) comenzó a desandar los pasos equivocados que dio a lo largo de su vida, quizás de una manera PRECIPITADA. Ni su problema de resistencia a la insulina se había arreglado, ni sus bacterias intestinales se habían modificado tan radicalmente como hubiese sido necesario, y tampoco su permeabilidad intestinal había logrado revertirse de manera consistente, y todo eso sin tener en cuenta otras consideraciones patológicas como podría ser un posible hígado graso. Al comenzar a aumentar enormemente el consumo de grasas el cuerpo se mostró incapaz de oxidar completamente tanto las grasas exógenas como las propias de su tejido adiposo, ¿por qué?, porque precisamente las grasas son oxidadas principalmente en el tejido muscular, en las fibras rojas (por el alto número de mitocondrias), pero precisamente no eran éstas las fibras mayormente reclutadas, recordemos que la creación de nuevas mitocondrias obedece siempre a una necesidad, si el tejido muscular (principalmente piernas) no es lo suficientemente activo en deportes de intensidad baja o moderada no tendrá necesidad de crear nuevas mitocondrias, y tener menos de éstas pequeñas "centrales nucleares" significa quemar menos de ácidos grasos. Por otro lado,la INFLAMACIÓN, que sabemos que puede derivar de una mucosa intestinal alterada o del propio tejido adiposo e inclusive de una enfermedad autoinmune previa, junto con los ácidos grasos que se infunden en el interior de la célula y no son oxidados completamente en las mitocondrias en el ciclo de beta-oxidación, pueden almacenarse como Diacilglicéridos, Ceramidas  u otra serie de intermediarios, y causar resistencia a la insulina (ya hemos hablado de ello en otras ocasiones).  Por tanto, los hidratos de carbono (aún siendo pocos en la dieta) también tendrían una mayor dificultad para producir energía en el ciclo de krebs, algo que nuestro amigo podría empezar a percibir en los entrenamientos de alta intensidad. Pero por otro lado, y ésto es algo propio del ser humano, tendemos a pensar que si algo es bueno, el doble será mejor, ¿verdad?, pues eso es lo que nos suele pasar con relativa frecuencia; el problema es que cuando caminamos ya cerca del límite (y la dieta cetogénica lo está), "más" puede supone caer al lado negativo. Hasta ahora con su dieta cetogénica había funcionado relativamente bien, pero en ese afán de progresos rápidos pensó que una mayor cetosis supondría una mayor quema de grasas, por lo que decidió bajar aún más los hidratos, pero una dieta tan excesivamente baja en hidratos de carbono dispara los niveles de CORTISOL y adrenalina con el fin de aumentar la glucosa, a éste cortisol habría que añadirle el generado por los entrenamientos de alta intensidad y  los ayunos intermitentes, que decidió ampliar ahora a 6 días a la semana (cómo no). Éste cortisol le supondría una imposibilidad de seguir perdiendo más grasa, principalmente de la zona abdominal, pero además el cortisol también afectaría al eje H-H-Tiroides, disminuyendo la cantidad de hormonas tiroideas y dificultando la conversión de la hormona T4 en la T3, que es la hormona activa, lo que producirá síntoma de hipotiroidismo: Fátiga, dolores musculares, sensación de frío, piel seca y escamosa, estreñimiento, pérdida de pelo, aumento de colesterol LDL.  Es decir, de lo que trataba  de huir nuestro amigo hace ya algunos meses parece querer  perseguirle nuevamente.

Pero alguno me podría decir, yo realizo una dieta cetogénica y no tengo los mencionados problemas, efectivamente ESA ES LA CUESTIÓN, cuando ésto ocurre seguramente es porque esa persona no ha sufrido un deterioro tan grande en su organismo con el transcurrir de los años. Hemos de entender que no todos hemos sido igual de respetuosos con nuestros cuerpos..., si nuestra alimentación siempre fue la adecuada, y a lo largo de nuestra vida, pero principalmente en nuestra niñez y adolescencia,  fuimos muy activos físicamente, nos encontraremos más posibilitados para mantener esa FLEXIBILIDAD METABÓLICA de la que tanto hablo. Hay personas que pueden entrenar muy intensamente por la mañana y luego también por la tarde, y al día siguiente estar en perfectas condiciones, o realizar un ayuno de 3 ó 4 días y encontrarse con altos niveles de energía, y por contra hay personas que entrenan con mucha intensidad un día y al día siguiente no pueden con su alma, o al realizar los mismos días de ayunos, verse totalmente incapacitados para realizar incluso las tareas más cotidianas. Creo que todos conocemos ejemplos de los dos extremos, mientras unos tienen esa flexibilidad metabólica que no es otra cosa que ser eficiente en el uso de los distintos sustratos energéticos (entre los que incluiría también los cuerpos cetónicos y el ácido láctico), otros en cambio su metabolismo está tan deteriorado que tienen dificultades para obtener energía de la glucosa y/o ácidos grasos. Es cierto NO TODOS SOMO IGUALES, pero sí podemos tratar de hacer lo mejor para nosotros mismos, independientemente de los que hagan los demás.

En nuestro ejemplo, nuestro amigo debería haberse mantenido con su paleodieta normal, con alimentos naturales, con muchos vegetales, frutas, carnes, pescados, huevos, algunos frutos secos y se acabó. Debería haberse dedicado a dar largas caminatas,  pasear con la bicicleta  o hacer algunas rutas por la montaña (*) y quizás después de algún tiempo hacer algunos esprines y entrenamiento de pesas 1 ó 2 veces por semana, y en ésta situación haberse mantenido de forma dilatada, o si me apuras de forma indefinida, olvidándose completamente de la báscula, y de otras consideraciones más. Lo más importante es conocer nuestras limitaciones..., y algo muy importante: NUNCA TENGÁIS PRISA, las cosas sucederán de forma natural y equilibrada sin necesidad de forzar nada si vuestros alimentos son ancestrales y naturales, ¡os lo aseguro!; y otra cosa más, alejaros por un tiempo de leer paleodieta, entrenamientos, y demás historias y dedicaros a vivir tranquilamente haciendo las cosas que más os gusten, procurando pasar el máximo tiempo posible con aquellas personas que realmente apreciáis y que os hacen felices.  De la dieta ya no os preocupéis, habéis llegado a la mejor que puede existir, ahora solo os queda todo lo demás.

(*)Para personas poco acostumbradas un simple trote puede constituir un entrenamiento anaeróbico, de hecho si o fijáis en corredores populares, muchos por su respiración agitada o su cara de sufrimiento no están realizando entrenamiento aeróbico bajo ningún concepto.Cuidado con éste punto.

6 comentarios:

  1. Vaya en ocasiones creí que era el personaje de la historia, jeje.

    Lo cierto es que he ido realizando progresivamente el ejercicio, (paseos, piscina, fuerza). Hubo al comienzo un periodo que me sentía cansado con sueño, e incluso algún mareo en el gym, escuché a mi cuerpo y seguí progresivamente avanzando hacia el movimiento (olvidarme del sofá) pero sin presiones y disfrutando de lo que hacía.

    Posteriormente fuí encontrandome mejor.

    Realizo ayunos (suelo comer dos veces al día) sin pasar hambre, y mi dieta básicamente es paelo + lácteos y legumbres (leo bastante sobre nutrición, comparo, aplico y experimento), es decir elimino hidratos de rápida asimilación y azúcares, comidas precocinadas y alimentos con añadidos(sacarasa, dextrina, etc..).

    Espero no tener ningún problema en el futuro y seguir disfrutando con lo que hago y de mi gente.

    Un saludo y muchas gracias por tus recomendaciones.

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    1. ¡Hola José Carlos!. Me alegro sinceramente que finalmente no te parezcas a nuestro personaje, pero es cierto que debemos entender que cada persona es un mundo, y las circunstancias particulares de cada individuo son la huella dactilar que le identifica con exclusividad, ésto significa que aunque hagamos lo mismo que otra persona, no tenemos por que obtener esos mismos resultados, y aunque las lineas generales pueden servir para orientarnos de forma global, al final siempre debemos, como bien dices, "escuchar a nuestro cuerpo", porque sin ésta comunicación necesaria, podemos pasar por alto ciertas señales que de no ser atendidas adecuadamente nos podrían llevar a la lesión o la enfermedad.

      ¡Un saludo!

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  2. Hola Carlos,¿la paleodieta te puede provocar crisis de ansiedad?
    He comenzado hace 4 semanas con la paleodieta,he quitado los cerealesylacteos de
    forma progresiva,he aumentado las grasas omega3,
    aceite de oliva, aceite de coco,la carne de momento no la cogido muy grasa,incluso de vez en
    cuando he comido macarrones, legumbres, miel.
    Antes de la paleodieta acudía al gimnasio 3 dias
    a la semana y hacía pesas más 20minutos de aerobico,mido 1,84 y pesaba 73 kilos;
    ahora peso 70,6k he bajado el porcentaje de grasa corporal y aumentado ligeramente el % de masa muscular,ahora solo entreno dos dias y solo hago pesas,el resto de dias camino.
    He notado que he aumentado la fuerza, pero si
    ando mas de dos horas me falta el aire,antes esto no me pasaba.
    Bueno lo que me preocupa es cuando estoy en reposo tengo crisis de ansiedad desde hace una semana. ¿Puede ser por la dieta?
    La dieta q hago no es estricta ya que como
    bastante fruta,de vez en cuando legumbres, y ocasionalmente macarrones, facilmente llego a los 50g. de HC ¿que hago mal? No hecho todavía ayuno.

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    1. ¡Hola Javier!. La paleodieta en sí, no, el cambio tal vez sí. Me explico, aunque no estás realizando una paleodieta estricta, en cuatro semanas has perdido 3 kg, que no está nada mal teniendo en cuenta que tu peso ya era ligero. Todavía es pronto para para haberte adaptado, y aunque dices que consumes frutas, legumbres y algo de cereales (macarrones) seguro que consumes bastante menos azúcares que en tu anterior dieta. Tienes que tener paciencia, yo tardé en su momento, unos tres meses en adaptarme.

      No estás haciendo nada mal, lo que ocurre es que al cuerpo no le gustan las modificaciones, y cuando éstas ocurre trasmite algunas señales, y la ansiedad es una de ellas. Cuida de tus calorías, la paleodieta no tiene porqué ser hipocalórica, y es posible que la inercia te haya llevado a descuidar éste aspecto.

      Bueno Javier, ten un poco de paciencia y verás como finalmente esa ansiedad desaparece.

      ¡Un saludo!

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    2. Gracias Carlos, la verdad es que si la cantidad de hidratos que comía antes era mucho mayor
      y ademas muchos de ellos eran de asimilación rapida.
      Hace poco me hecho unas pruebas de intolerancia y el resultado fue que soy intolerante al
      gluten del trigo actual y a la leche y todos sus derivados por la caseina.
      Con la paleodieta lo que he notado es que las digestiones son mejores, antes tenía estreñimiento
      seguramente por los lacteos y el gluten, aunque todavía consumo algo.
      ¡Un saludo!

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  3. Que tal!
    Se de la importancia que es llevar un estilo de vida saludable y mas en estos tiempos donde el estrés, la mala alimentación, y la rutina diaria afecta seriamente nuestra salud por eso me gustaría recomendar una pagina que encontré navegando por la red http://www.MiEstiloDeVida.org/ creo que tiene artículos muy interesantes espero que les sirva mi aporte.
    Besos

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