lunes, 14 de enero de 2013

¿POR QUÉ ESTIRAMOS?



   Yo soy de la opinión de que las cosas no acontecen porque sí, y en muchas ocasiones podemos tener cierta responsabilidad de aquellas cosas que nos ocurren, y las lesiones, enfermedades e incluso los accidentes no son una excepción.

  Cualquier decisión relativa a realizar o no una actividad, requiere de una meditación sobre los pros y las contras que podemos obtener con ella. Ésta reflexión debería ser la pauta lógica que motive una acción concreta. Por ejemplo cuando nos argumentan que comer 5 o 6 veces es la forma más saludable de alimentarnos, o que el desayuno es la comida más importante del día, podemos aceptarlo sin más o tratar de averiguar si éstas afirmaciones van en la dirección correcta. 

   Cuando son muchas las voces que sugieren que las cosas se han de hacer de un modo concreto, es complicado remar contra esa tendencia definida que parece inundarlo todo. Pero hay veces que las tendencias pueden incluso anular el propio sentido común y convertir la lógica de las cosas en una mera decisión caprichosa no sustentada en nada más que meros juicios de valor.

  A lo largo de éste blog hemos ido repasando muchas de las cuestiones que solamente se sustentan en meros intereses momentáneos que surgen de la nada para suplantar la naturalidad de las cosas. Y en el caso concreto de los estiramientos ocurre algo similar. Son muchos los deportistas que después de su sesión de entrenamiento dedican unos minutos a estirar sus músculos con la idea de estar haciendo lo correcto. A continuación os adjunto un extracto de una web elegida al azar sobre los beneficios del estiramiento:

  "Entrenar y no estirar provoca un enorme desequilibrio muscular, que a medio plazo puede derivar en lesión. Estirar debe ser una rutina diaria para cualquier deportista, pues elimina las tensiones del cuerpo, e incluso de la mente

   Realizando un mínimo de estiramientos correctamente eliminamos la tensión muscular de los grupos cargados por el entrenamiento, recuperamos en gran parte la longitud inicial del músculo, facilitamos su drenaje, estimulamos una mayor circulación sanguínea y, con todo ello, facilitamos el proceso de recuperación y aceleramos la asimilación del trabajo

  Otros importantes beneficios son la mejora de la coordinación de movimientos (que serán más libres y fáciles), previene sobrecargas, mejora el conocimiento del cuerpo de uno mismo y después de realizados se llega a una sensación muy agradable de bienestar".

  Leído ésto, parece más que sensato todo lo que dice de los estiramientos, pero solamente estoy de acuerdo en cuanto a la sensación agradable de bienestar.


   Cuando digo de no estirar no me refiere de no hacerlo nunca, nunca, tan sólo cuando realmente se necesita y si las cosas se hacen bien no se tiene porqué. Por ejemplo cuando hemos realizado una ardua sesión de entrenamiento y nos vamos directamente a la ducha sin estirar pudiera parecer que estamos cometiendo un grave error, porque lo correcto hubiese sido estirar. A la mañana siguiente cuando nos levantamos nos encontramos entumecidos,con nuestra musculatura dolorida y acortada, entonces caemos en la cuenta que el culpable de ésta desagradable sensación fue el no haber estirado. Nuevamente volvemos a entrenar pero ésta vez realizamos nuestros pertinentes estiramientos, a la mañana siguiente nos levantamos y nos encontramos mucho mejor que el día anterior. Entonces llegamos a la conclusión que estirar ha resultado muy beneficioso, y procuraremos para la próxima que nuestra rutina de estiramientos no falte. Es decir, encontramos un culpable a esa sensación y fue sencillamente la falta de estiramiento, ¿verdad?, pues yo digo que no, que hemos señalado a alguien que casualmente pasaba cerca de la escena del crimen, pero sin tener que ver con el asunto. Intentaré explicarme, si en esa mañana cuando nos levantamos doloridos, hubiésemos intentado buscar al autentico culpable, posiblemente el señor "estiramientos" no estaría encerrado en la cárcel cumpliendo condena por un delito no cometido. Vamos a ver, tenemos una sensación desagradable de encontrarnos agarrotados, y muscularmente acortados, lo primero que tenemos que hacer es retrotraernos al entrenamiento del día anterior (o mejor anteriores) y mirar si el ejercicio se realizó con la pulcritud y técnica requerida, con el peso adecuado, si el tiempo de entrenamiento fue excesivo, si nos hidratamos correctamente, pero no solamente ésto, también si dormimos bien la noche anterior (o anteriores), si estamos pasando momentos de estrés físico o psicológico (del motivo que sea), si nuestra alimentación es correcta, si el fin de semana nos pasamos con el alcohol (muy importante), si nuestro aporte de minerales en la dieta es el adecuado, etc. Como vemos son muchos los culpables que pueden aparecer en la escena del crimen, y uno o varios de ellos son los que realmente causaron los trastornos. Nuestra labor es averiguar quien o quienes estuvieron detrás de ese acortamiento muscular y ligamentoso.


 Cuando nuestro entrenamiento está bien planificado, nuestro tiempo de descanso es el adecuado, nuestra alimentación es correcta y equilibrada, y nuestra hidratación suficiente, es muy difícil que aparezcan los síntomas mencionados. Cuando entrenamos, ya estamos estirando nuestros ligamentos, músculos, tendones, y estructuras óseas, por tanto no hemos de preocuparnos por nuestra flexibilidad pues ésta se adquiere progresivamente por la amplitud de movimiento que realizamos en nuestra actividad deportiva. 

  Yo particularmente, no desaconsejo el estiramiento, es decir, hay que estirar si es necesario, pero cuando tenemos algún problema físico que nos aboca a estirar hay que mirar primeramente porqué mi cuerpo esta presentado dolores articulares o contracturas musculares, y una vez localizados los motivos, corregirlos para evitar lesiones más graves y ayudar a recuperar la zona afectada, si fuera necesario incluso con suaves estiramientos. 



 Si obramos de éste modo, corregiremos pequeñas deficiencias que seguramente puedan desencadenar el día de mañana en una lesión más seria, y eso apesar de estirar todos los días.

 Ahora cuando en tu cuerpo aparezca alguna molestia, ya sabes que hay que buscar al verdadero culpable, y si quieres servirte de los estiramientos para ayudar a recuperarte perfecto, pero que sepas que ellos en definitiva poco pueden hacer si el culpable finalmente no se localiza.

 No obstante hay deportes que requieren de una flexibilidad especial, como puede ser el Taekwondo, el ballet, etc, en éstos y en todos aquellos que necesitan éstas cualidades, no queda más remedio que trabajarlas como parte de nuestra rutina de entreno. Pero éstas podrían ser ligeras excepciones.


  Yo no puedo saber como vivía el hombre del paleolítico, pero me puedo imaginar que físicamente debían estar muy capacitados, pues debían de correr, saltar, trepar a los árboles, arrastrar o empujar bultos, lo que me cuesta imaginar es que realizaran sesiones de estiramientos (a lo mejor me equivoco), y estoy convencido que su flexibilidad estaba desarrollada en función a las actividades realizadas.

  Yo he realizado a lo largo de mi vida muchas sesiones de estiramientos y hace muchos años incluso de aquellos  que se hacían con rebotes, jamás fueron capaces de evitar lesiones, como roturas musculares, tendinitis y la peor de todas mi hernia discal. Hoy en día ya no estiro, y he dejado de lesionarme, ¿casualidad? puede ser, pero también podría ser que esa hiperlaxitud en mi musculatura, y ligamentos principalmente en mi columna desencadenase en esa hernia discal (no lo puedo saber realmente).

  Si queréis hacer algo realmente útil por vuestra musculatura, tendones y ligamentos, dedicar 20 minutos diarios a la relajación (o mejor meditación) de ésta forma no solo lográis relajaros a nivel físico sino, y más importante a nivel emocional. Eso os puedo asegurar que os va a ayudar mucho más que una sesión de estiramientos. 

  Para finalizar decir únicamente que no pretendo causar polémica con el tema pero éstos son de los post que puede que no estés de acuerdo totalmente con lo que digo, pero de vez en cuando no está de más tener un punto de vista diferente de las cosas.

2 comentarios:

  1. Hola!
    Me ha encantado tu web, me parece que trata las cosas de un modo científico y lo más importante: partiendo desde cero, aclarando y explicando bien todas las cosas.
    Como digo yo perfecta para gente sin pereza ni miedo a pensar y entender cosas nuevas, buenísima!
    Por ello me interesaría mucho saber que consejos generales le darías a un velocista que entrena los 200 metros lisos.
    Y partcularizando más sobre:
    - cómo evitar las típicas roturas (isquios, adductores) al hacer multisaltos o el día de series de calidad.
    - el tronco, qué músculos son los más importantes para un velocista y con qué ejercicios los trabajarías tú.
    - ejercicios para mejorar la pisada, me parece un aspecto importantísimo, el origen de todo.

    Si conoces buena bibliografía más o menos específica sobre el tema (fisiología, lesiones, técnica, métodos...) Será más que bienvenida!!

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  2. ¡Hola Ruben!, gracias por tu comentario, y disculpa por no haber podido responder antes, pero cada vez tengo menos tiempo, pero en fin...

    Sobre tu primera pregunta, decirte que es un tanto difícil dar un consejo para evitar las roturas en un entrenamiento, porque en definitiva depende de muchísimos factores que pueden incluso pasar desapercibidos, de hecho cuestiones como una simple infección bucal podrían propiciarla. Pero por regla general y por mi experiencia la gran mayoría de las roturas fibrilares aparecen por un exceso de entrenamientos de "calidad", o lo que es lo mismo una deficiente recuperación entre las diferentes sesiones, también el exceso de series podría propiciarla. Pero los aspectos psicológicos y emocionales determinan en muchos casos la aparición de roturas fibrilares, por lo que también habría que tenerlas en cuenta.

    Si hay un ejercicio que a mí particularmente me guste para la carrera es la sentadilla, no hay nada mejor para fortalecer la mayoría de los músculos implicados en la velocidad, (sin menospreciar para ello los multisaltos, que también me encantan). Pero más que la fortaleza del tronco, que también, me centraría en el glúteo mayor, para ello además de sentadillas que puede hacer en barra o mancuernas también podrías hacer zancadas, extensión de la cadera en polea baja, elevación de la pelvis en suelo o utilizando un banco. Verás como con éstos ejercicios (que seguro que ya haces) mejoras en la carrera y también te evitan lesiones.

    En cuanto a los ejercicios para mejorar la pisada, puedes encontrar bastantes vídeos en la red (prefiero un imagen que mil palabras) pero prueba a correr un par de días a la semana descalzo, si quieres al finalizar tu entrenamiento para que además te sirva de enfriamiento, de éste modo rectificarás de manera inconsciente tu pisada para no entrar tanto de talón, eso hará que fortalezcas tu tobillo y la musculatura del soleo y gemelo. Eso sí, se progresivo y empieza con unos pocos minutos.

    ¡Un saludo!

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