domingo, 9 de diciembre de 2012

RESISTINA


   Siempre suelo hablar de la importancia de la VOLUNTAD, como herramienta imprescindible para conseguir las diversas metas que en mente tengamos a bien hacer, pero hoy en día sus niveles suelen estar bajo mínimo, lo que contribuye a esa tónica general de hastío con la que muchas veces no desenvolvemos en el mundo. Esa desmotivación, es la que suele estar detrás de muchos procesos degenerativos observados en determinadas personas,  donde las adicciones suelen ser los suficientemente fuertes como para apartarlos de la senda correcta. 

   Es en ésta desvirtuación patológica,  que coloca el esfuerzo lejos de los principales valores que ha de tener una persona, donde hemos de centrarnos con el objetivo de no caer presos de esa comodidad que despoja en muchos casos, de la posibilidad de alcanzar fines más saludables. Es una lástima, que ésta inacción, en todo lo que atañe a nuestro bienestar, convierta nuestra existencia en un camino agónico apartado del esplendor que antaño hubo de  corresponder al propio ser humano. 

  Hoy en día, hemos dejado de ser participes de nuestra propia vida, para convertirnos en las cobayas consentidas de un progreso administrado en forma de píldoras, que aplicadas de forma discrecional  e irresponsable acaban por subyugar  los últimos vestigios que de libertad disponíamos las personas. 

   Ésta esclavitud tecnológica, nos convierte en adictos y dependientes de una serie de medicamentos que pretenden devolvernos el equilibrio perdido sin realizar ningún esfuerzo para ello. Veo con preocupación, como cada día aparecen nuevos fármacos, que supuestamente tratan de restaurar esa salud perdida sin saber muy bien el porqué.  Hemos dejado de cuestionarnos absolutamente todo, para confiar ciegamente en ese progreso que en realidad no mira por nosotros, sino más bien por perpetuar ese tinglado extraño, montado en torno a la salud.
    
   Hoy leo en la prensa, que  Parece ser que incrementa la producción de LDL en las células del hígado y también degrada sus receptores, lo que imposibilita  que pueda ser removido adecuadamente, lo que provocaría el aumento de colesterol, y la aterosclerosis.

  Se sabe ademas que la resistina, participa a la respuesta inflamatoria aumentando la expresión de varias citoquinas pro-inflamatorias como Interleuquina 1 (IL-1)Interleuquina 6 (IL-6), Interleuquina 12 (IL-12)  y el Factor  Necrosis Tumoral. En estudios realizados, parece ser que la  niveles de la resistina sérica aumentan al incrementarse la adiposidad y por el contrario disminuye como consecuencia del descenso del tejido adiposo, siendo la adiposidad central, es decir la acumulada en la cintura, la que contribuye principalmente a ese aumento de la resistina sérica. Los niveles de resistina son proporcionales a la resistencia a la insulina unida a la diabetes de tipo 2, y la obesidad.

  Ahora, lo que parece que se está buscando es algún medicamento que tenga como diana, disminuir los niveles de resistina sérica. Es decir una nueva pastillita, que tomada junto a la estatina correspondiente consiga disminuir los niveles de colesterol en sangre.


  Pero en realidad, como vimos ayer con la metformina, ¿es necesario un medicamento cuando podemos obtener los mismos efectos, sin los colaterales propios de los fármacos?. Efectivamente, si de bajar los niveles de resistina se trata, existe una manera mucho más sencilla, y se llama AYUNO. El intercalar dichos periodos, parece ser una de las formas más efectiva de mantener los niveles de resistina bajo mínimo, y sin los efectos secundarios propios de los medicamentos. Pero que ocurre, que es mucho más sencillo tomarse dos tres pastillas sentado plácidamente en nuestro sofá, mientras vemos tranquilamente la televisión. Hay para mí una máxima, muy propia del entrenamiento que dice: SIN ESFUERZO, NO HAY RECOMPENSA...Pues eso.









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