No, no creo ni en panaceas, ni píldoras milagrosas, pero sí apuesto por la existencia de todo lo contrario, de lo negativo.
Todo, absolutamente todo, es o puede ser un veneno rápido y destructivo, incluso la vida nace envenenada y muere lentamente con el tiempo. No, nada existe con extraordinarias virtudes que pueda cambiar el rumbo de lo que de antemano parece ineludible. Ni tan siquiera actividades consideradas como saludables y curalotodos pueden realmente revertir los procesos deletéreos que progresivamente van desarrollándose en nuestro organismo con el paso del tiempo. Y lo mismo cabe decir de los alimentos; no existe ninguno en la naturaleza que no pueda representar una amenaza seria a nuestra integridad. Pero no, no estoy desvariando, al menos eso creo.
Todo es una cuestión de dosis, la justa cantidad es la que nos reportará sin duda el menor daño posible y nos permitirá sobrellevar con dignidad el camino que nos ha tocado vivir. No es una cuestión de máximos, aunque nuestra tendencia natural sea la de buscar siempre la plenitud en las cosas que nos rodean. Pero es siempre el extremo lo que nos hace caminar más rápido hacia nuestro declive, aunque todo lo demás se encuentre contenido.
Si algo no nos ocasiona mucho daño tendemos a considerarlo como sano y positivo. Esto es lo que nos puede ocurrir con cosas como la actividad física y ciertos alimentos. Pero no, esto no es así; el que no nos perturbe en exceso no quiere decir que ese daño no esté ocurriendo, sólo debemos sobrepasar la dosis empleada para comprobar realmente cuáles son sus verdaderos efectos.
Claro podríamos pensar entonces que lo mejor sería hacer nada, de esta manera no nos envenenaríamos progresivamente, pero "nada" es algo extremo, y si hay algo que he aprendido es que todo debe estar en equilibrio y este siempre se rompe cuando algo exagerado tira de lo demás. Estas son las reglas del juego, la vida siempre requiere movimiento, no da lugar a paradas en el camino, siempre hay que continuar..., ¿hasta donde?, eso dependerá del veneno que acumules, y no, no busques el antídoto porque no existe.
Me encanta cuando filósofas, esa carrera se nota. Hacía tiempo que no lo hacías. Un saludo!.
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