lunes, 21 de octubre de 2013

LA ENFERMEDAD EMPIEZA EN EL INTESTINO

   ¿Y si todo fuese tan simple que pudiéramos señalar un único origen para la mayoría de las enfermedades actuales?. Desde el Síndrome Metabólico, pasando por la Diabetes, las Enfermedades autoinmunes, el Cáncer...

   Si nos damos cuenta, todas las enfermedades actuales parecen tener un nexo en común..., y una señalar directamente a otra, y esa otra, a otra más. Es como bajar por una siniestra escalera, donde en cada planta y  antes de descender un nuevo tramo, alguien nos fuese endosando una terrible enfermedad, en cada rellano, una distinta y peor que la anterior, así hasta llegar definitivamente a la última planta...

   Si pudiésemos retomar el sentido ascendente de nuestra escalera y pudiéramos llegar a la planta donde todo comenzó, ¿qué es lo que nos habrían dado?, ¿cuál sería esa sutil enfermedad que pasó desapercibida...?. ¿Estrés?, no, quizás habría que subir una planta más, ¿un ligero reflujo gastroesofágico?, no, hay que subir más, otra  planta, ¿hinchazón y gases?, voy a subir una más por si acaso; nada, ahora no hay absolutamente nada. Pero, ¿entonces...?, ¿donde se originó todo?, no me puedo creer que unas ligeras molestias en el estómago puedan derivar en una enfermedad tan terrible como el cáncer... o tal vez sí.

   Sé que puede ser un tanto pretencioso reducir la gran mayoría de las enfermedades a un origen común, pero esto no es algo novedoso..., Hipócrates ya dijo hace más de 2000 años que:"todas las enfermedades tienen su origen en el intestino". Pero..., ¿realmente esto puede ser así?. Yo pienso que sí. Ahora vamos situarnos nuevamente en ese planta en la que simplemente nos encontramos bien, y vamos a ir descendiendo progresivamente las escaleras que nos conducen "a los infiernos" (¡qué melodramático! je,je).



  El viaje, aunque sea una ficción, espero pueda servir para extraer la moraleja de esta historia. ¿Quién sabe?, quizás si nos reconocemos en algún punto, podríamos tener cierto margen de maniobra..., y tal vez, podríamos intentar subir esos escalones inconscientemente bajados para alcanzar una situación previa, aunque para ser honestos, quizás nunca la originaria... Por desgracia nuestra, en ciertas plantas existen puertas que se abren en un único sentido impidiéndonos el retorno. Por tanto, mucho cuidado, porque empezamos a bajar...

  Cuando, uno es joven, "generalmente", todo marcha bien, ¿verdad?, dormimos estupendamente, no tenemos dolores articulares, presentamos buenos niveles de energía (flexibilidad metabólica?), no existen grandes preocupaciones, la vida nos parece maravillosa, etc, etc. Bueno, todos hemos sido jóvenes, sabéis de que hablo. Quizás ésta sea esa situación original de la que hablaba antes..., aquella en la que nuestro cuerpo funciona perfectamente (a pesar de no tratarlo como se merece); pero, por desgracia, los problemas no tardarán en aparecer. Entre los 20 y los 30 años, nuestro estilo de vida ya comenzará a pasarnos las primeras facturas, pero estas son tan insignificantes, que no percibiremos que algo empieza a funcionar mal.

  Últimamente, al levantarnos comenzamos a notar que tenemos molestias en la garganta, también tosemos, bueno, quizás esto pueda deberse a los cigarrillos de la noche anterior..., puede, pero si no fumamos, ¿entonces...?, quizás un simple catarro, aunque algo raro porque las molestias desaparecen a lo largo del día...Esto no es nada, ¡seguro!

  Pero resulta, que a ésto también se le suma que últimamente estamos notando digestiones un poco pesadas..., más gases de lo normal, la tripa un tanto hinchada, y a veces una extraña sensación en la boca del estomago. Cuando salimos de marcha, esta sensación al día siguiente es todavía mucho mayor..., incluso sentimos cierto ardor de estomago, bueno para eso está el Almax, ¿verdad?, pues solucionado el problema..

  Pero, pero, pero..., también percibimos que las heces son más blandas de lo normal, casi diarreicas, aunque tampoco nos preocupa, porque no siempre sucede así.

   Bueno, todo esto que parece "normal", en realidad no lo es. Cuando nos caemos y nos hacemos una herida en la rodilla, percibimos claramente el dolor, y por ello actuamos en consecuencia. Cuando dañamos la mucosa intestinal ésto no está tan claro, pues la mayoría de los síntomas son tan tenues que pueden pasar desapercibidos; sólo cuando el ardor de estomago hace acto de presencia es cuando, tal vez, podríamos decidir actuar tomando algún un antiácido, algo malo, muy malo, porque estamos atacando el síntoma, sin atender las causas. Es posible que cuando percibamos el reflujo gastroesofágico la situación sea peor de lo que nos imaginamos.

  Pero, ¿ si yo no percibo ardor de estomago, es que mi situación no es tan mala?, puede que la situación sea igual de mala, pero tenemos una cosa a tu favor, no vamos a necesitar el uso de antiácidos, algo que en definitiva nos beneficiará enormemente.

  Veamos que lo que podría estar ocurriendo..., cuando una persona basa su alimentación en una dieta muy rica en azúcares o hidratos de carbono, (como los cereales), tiene papeletas más que suficientes como para aumentar el número de bacterias intestinales, produciendo un sobrecimiento de aquellas especializadas en obtener energía de dicho macronutriente, (es posible que sucesivos tratamientos con antibióticos puedan contribuir también en este proceso). Este sobrecrecimiento en un principio se pensaba que era suficiente para producir la inflamación de la mucosa intestinal, pero ahora también se sabe que el funcionamiento defectuoso de la enzima ácido graso sintetasa (FAS) que se encuentra en el intestino (necesaria para mantener la integridad de la mucosa), podría jugar un papel importante, porque sin ella las bacterias podrían dañar de manera más acusada las células del colon y el intestino delgado, produciendo inflamación (recordad que los receptores de reconocimiento celular del sistema inmune innato toll-like (TLR) se activan por un componente de la membrana celular de las bacterias gramm-negativas denominado lipopolisacarido (LPS) lo que aumenta la producción de citoquinas inflamatorias aquí), resistencia a la insulina y diabetes tipo 2(aquí).

  Este desequilibrio de las bacterias intestinales podría producir permeabilidad intestinal, (aunque no de manera exclusiva, porque las gliadinas que son proteínas que se encuentran principalmente en el trigo y causantes de la enfermedad celiaca, también podría propiciarla aquí.), de tal forma que muchas toxinas (como pesticidas), metales pesados (mercurio), metales ligeros (aluminio),virus, bacterias, y macromoléculas de proteínas no digeridas lo tendrían mucho más fácil para entrar en nuestro interior (como la aglutinina del gérmen de trigo WGA) , dando lugar a la aparición de enfermedades, alergias alimentariasenfermedades autoinmunes, como las siguientes: Diabetes tipo 1, Enfermedad Celíaca, Enfermedad de Crohn, Colitis Ulcerosa, Anemia Perniciosa, Enfermedad de Graves, Enfermedad de Addison, Esclerosis Múltiple, Tiroiditis de Hashimoto, Artritis Reumatoide, Síndrome de Sjogren, Psoriasis, Lupus Eritematoso Sistémico, etc, etc.

  Por otro lado, una dieta excesivamente rica en azúcares, además propiciar un desequilibrio bacteriano podría ocasionar el desarrollo excesivo de un hongo llamado Cándida Albicans que en condiciones normales suele estar presente en nuestros intestinos sin causar ningún daño, pero su expansión podría transformar su estado inofensivo, en forma de levadura, a otro altamente invasivo que podría causar permeabilidad intestinal, con los daños ya mencionados.

  Bueno, ya hemos explicado algunas enfermedades, y como se pueden originar en nuestros intestinos, pero todavía podemos contribuir a empeorar éste proceso. El sobrecimiento bacteriano aumenta enormemente la fermentación masiva de los hidratos de carbono, esto podría producir esos gases e hinchazón de las que hablábamos al principio. Pero estos gases tienen también la facultad de aumentar el reflujo gastroesofágico al empujar restos ácidos procedentes del estomago hacia arriba, forzando el esfínter esofágico inferior (también sucede en la obesidad). Esto es lo que produce el típico ardor de estomago, pero al principio puede ser casi imperceptible..., quizás esas molestias en la garganta al levantarnos; hay que entender que la sensibilidad de ésta mucosa es mínima y por tanto, podríamos no apreciar exactamente el daño ocasionado, hasta pasado mucho tiempo.

  Pero hay algo que va a retroalimentar este proceso aumentando el daño y poniéndonos en una situación grave y peligrosa..., me refiero al uso de los antiácidos (ojo que no voy a hablar del hidróxido de aluminio que podrían contener, porque esa es otra historia). Somos tan simples que atacamos los síntomas sin atender a las causas y nos quedamos tan a gusto. El restar acidez al estomago, tiene serias consecuencias, la primera es que mejorará nuestros síntomas de ardor de estómago (¡¡¡bien!!!), pero por contra, no podremos digerir adecuadamente las proteínas, habrá una menor captación de vitamina B12 por una deficiente producción del factor intrínseco de la mucosa gástrica, y no se estimulará adecuadamente la producción de enzimas pancreáticas, (¡¡¡MAL!!!). Pero la cosa no acaba aquí, que va... Sabemos que las bacterias suelen aumentar en el intestino a medida que nos alejamos del estómago, es lógico, los ácidos procedentes del mismo, no son el lugar más adecuado para ellas, por este motivo su número empieza a crecer de modo exponencial a medida que nos alejamos. Si la acidez disminuyera, posibilitaría que las bacterias intestinales comenzaran a ascender a lugar hasta ese momento vedado a ellas, esto significa que más y más bacterias estarán alimentándose en nuestros intestino, y esto aumentará el trabajo de nuestro sistema inmune y por tanto la inflamación...(¡¡¡MAL!!!)

  Pero no, todavía no acaba aquí la cosa; los ácidos del estomago también tienen otra función: evitar que bacterias patógenas (como el helicobacter pylori) y distintos tipos de virus puedan penetrar en nuestro interior. Efectivamente, el ácido clorhídrico no solo es necesarios para degradar adecuadamente las proteínas, también son la primera defensa ante la entrada de agentes patógenos que podrían causar daños en nuestra salud. Si el ph del estomago aumenta, es decir, se hace alcalino, esta defensa desaparece, lo cual podría dar lugar a que virus o bacterias del medio ambiente penetren en nuestro interior, aumentando las posibilidades de un enfermedad infecciosa, vírica o autoinmunes,  y si además sumamos un intestino permeable, pues eso blanco y en botella. (¡¡¡MAL!!!).

  Pero incluso, los virus o bacterias que respiramos podrían acabar en nuestro estomago. Cuantas veces de pequeños hemos podido escuchar de nuestras madres, "niño escupe las flemas"..., ¡que razón tenían!. Esa mucosidad puede ir cargada de toxinas, virus o bacterias, que son expulsadas de nuestro cuerpo en esa mezcla pegajosa que son los mocos. Pero cuando son tragados, podrían ocasionar infecciones, máxime si nuestro estomago no tiene la acidez necesaria para aniquilarlos. (¡¡¡MAL!!!).

  Resumiendo, podemos ver como la alimentación moderna, cargada de azúcares y cereales, tiene la posibilidad de alterar el equilibrio de nuestra flora intestinal, esto a su vez causar inflamación y permeabilidad intestinal.

   Abrir huecos por donde puedan colarse toxinas, proteínas incompletamente degradadas, virus o bacterias, producirá la concatenación de una serie de acontecimientos que irán progresivamente deteriorando nuestra salud; desde la resistencia a la insulina y la diabetes, pasando por las enfermedades autoinmunes, hasta llegar a enfermedades como el Parkinson (aquí) , el Alzheimer o el Cáncer. Independientemente de todo esto, la baja producción de ácido, por parte del estomago, también podría conducirnos a esta misma situación, pero cuando actúan en estrecha colaboración las consecuencias serán mucho más rápidas y nocivas para nuestra salud. La baja producción de ácido puede ser una consecuencia de la edad, pero cuando el reflujo gastroesofágico aparece como consecuencia de una mala alimentación, podría abocarnos al uso de antiácidos para eliminar el ardor que este produce. Ésta situación que es tan habitual, recuerdo que los antiácidos son el segundo medicamento más vendido del mundo (como el Omeprazol) podría ponernos en una delicada situación, al producir sobrecrecimiento bacteriano, mala absorción de nutrientes y posibilitar que virus y bacterias del medio ambiente sobrevivan en nuestro tracto digestivo.

  Bueno, vemos que sin darnos cuenta hemos podido ir bajando peldaños en nuestra escalera sin casi darnos cuenta de que lo hacíamos, y solo cuando una enfermedad con nombres y apellidos aparece, es cuando nos preguntamos ¿y por qué yo?, ¿cuando empezó esto a pasar...?. El deterioro de nuestra mucosa intestinal es pues la causa directa de un sinfín de enfermedades, pero indirectamente la mala absorción de nutrientes y el deterioro de nuestro sistema inmunológico (el 70% radica precisamente en nuestros intestinos), podría explicar indirectamente cualquier otra patología que aparezca en nuestro organismo.



7 comentarios:

  1. Hola. ¿Y que podemos hacer aparte de reducir/eliminar el consumo de cereales y azúcares varios? ¿Existe algo que ayude, algún alimento/s para evitar esa permeabilidad?

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    1. ¡Hola Jesus!.Si estamos percibiendo problemas digestivos como gases, hinchazón, pesadez, e incluso ardor...,lo que nunca se deberá hacer es tomar antiácidos, generalmente todos estos síntomas desaparecen en dietas bajas en hidratos. Pero para ayudar a que todo se solucione de manera más rápida y sencilla, se podría tomar, junto a las comidas, enzimas digestivas e incluso clorhidrato de betaína para ayudar a restablecer el ph ácido del estomago. De ésta última se debe empezar con poca cantidad e ir aumentándola progresivamente (semanalmente), si en algún momento apareciera un ligero ardor de estomago, bajas a la dosis anterior y te mantienes hasta que nuevamente aparezca ese ligero ardor, esto significa que tu estomago está produciendo HCL por sí mismo y por tanto debes volver a bajar la dosis hasta que finalmente no la necesites.
      Lo importante para evitar la permeabilidad intestinal es evitar el exceso de hidratos, la gliadina del gluten y mantener un ph ácido en el estomago, de este modo es más complicado tener problemas.

      ¡Un saludo!

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  2. Me parece interesante esta teoría. Personalmente, te puedo decir que no he vivido ese período de salud estomacal que dices que dura hasta los 20 – 30. A los 6 años me operaron de apendicitis, y ya entonces mis dolores de estómago eran una constante. Y luego lo siguieron siendo, por supuesto. Y, a la vez, ha sido una constante mi mala salud, que hace que casi todos los inviernos me pase varias semanas con gripe, resfriado… y medio malo, en general. Así que me parece que tiene mucho sentido que ambas cosas estén relacionadas.

    Y lo que sí noté mucho cuando empecé a comer menos carbohidratos (eso sí, no he eliminado del todo los carbohidratos) fue que mi estómago mejoró mucho.

    ¡Saludos!

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  3. Hola,
    Me interesan estos enfoques e investigaciones donde se integran todos los órganos del cuerpo y fundamentalmente los del sistema digestivo.
    Con cuestión a el Parkinson: El estudio que pones anexo, es sobre Ratones a los que se les suministro Pesticidas. ( supongo que cualquier ser se dañaría con ellos).
    Por mas que tengamos nuestro sistema digestivo sano, cualquier contacto con tóxicos es muy probable que nos enferme o dañe.
    Comparto lo que dices del uso excesivo de Antiacidos,es algo muy típico de la medicina alopatica y ni hablar de las políticas de laboratorios aparejadas a ellas.
    Lo que con certeza podemos decir, es que para estar sanos el entorno no debe estar contaminado, así como nosotros mismos.

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  4. Hola! Muy interesante tu articulo. Tengo una consulta:
    Me acaban diagnosticar que tengo Acido reflujo. Según tu teoria aun estaria a tiempo de solucionarlo tomando enzimas digestivas + Clorhidrato de Betaina como recomiendas acompañada por supuesto de una dieta baja en Carbohidratos?

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  5. Hola! Muy interesante tu articulo. Efectivamente en mi caso empezo hace 4 meses con un ardor, estuve tomando ranitidina y ahora me diagnosticaron que tengo Ruflujo Acido. Me gustaría saber si podria restablecerme con la ayuda de enzimas digestivas + Clorhidrato de Betaina, tal como le recomiendas a José, por supuesto también con una dieta baja en carbohidratos.

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  6. tomar limon y/o bicarbonato entonces no es bueno? ya que tengo entendido que sirve para alcalinizar el ph del organismo

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