viernes, 5 de abril de 2013

HERRAMIENTAS HABITUALES EN LA PÉRDIDA DE PESO

Hemos de considerar la paleodieta,  como una dieta que en imitación a la llevada por nuestros ancestros, y que configuró nuestra evolución de forma prodigiosa, excluye determinados alimentos que por su reciente introducción, podrían estar causando una serie de trastornos en nuestra salud. En éste sentido, se excluyen cereales, legumbres y lácteos, de forma general, y de forma particular todos aquellos alimentos que aún siendo originariamente naturales, después de las diversas transformaciones sufridas pierden ese potencial benéfico para nuestra salud, me refiero concretamente a la comida elaborada, procesada o manipulada. De éste modo la alimentación apropiada sería aquella compuesta por: carnes, pescados, verduras y vegetales en general, frutas, frutos secos,  raíces, etc. Pero además se procurará que la procedencia de la carne y el pescado sea de aquel que no se encuentra estabulado y alimentado con piensos o criado en piscifactorías (siempre y cuando nuestra economía nos lo permita, éso está claro).

 Después de éste repaso, que no está de más remarcarlo para aquellos que aún no conocen suficientemente bien la PALEODIETA, vamos a ver las diversas tendencias y herramientas que pueden ser utilizadas dentro de los amplios margenes que ella nos permite.

En primer lugar dentro de la paleodieta podemos encontrar diversas variantes:

-PALEODIETA Y LÁCTEOS.-No todo el mundo que sigue la paleodieta se encuentra con problemas a la hora de introducir lácteos en su alimentación. Si no presentas una intolerancia a la lactosa, puede ser adecuado consumir, quesos curados de leche cruda, algún que otro yogur rico en grasa o tal vez kefir si se dispone de él. Además diría que muchas personas a pesar de presentar cierta intolerancia a los lácteos, podrían admitir sin mayores complicaciones los productos mencionados.


PALEODIETA CETOGÉNICA.
Ésta variante, puede ser llevada a cabo por todos aquellos que deseen perder algunos kilos extras de tejido adiposo. El porcentaje adecuado para éste fin seria: alta en grasa, moderada en proteínas y baja en hidratos. En ésta situación se fomentaría la creación de cuerpos cetónicos, los cuales servirían de suministro energético para evitar la degradación de nuestras proteínas musculares en el proceso de gluconeogénesis.

  Dentro de las dietas cetogénicas podemos adoptar una serie de herramientas con el fin de potenciar aún más la quema de grasas o evitar estancamientos.

Comenzamos con las herramientas más importantes:

-AYUNOS.- Éstos comprenden periodos de inanición, de duración variable. Si el ayuno es interdiario, se le conoce como ayuno intermitente (intermittent fasting); el tiempo de duración puede variar de unas pocas horas hasta casi las 24 horas, aunque lo habitual suele ser entre 16 y 20 horas de ayuno. En ésta situación fomentamos el estado de cetosis, inducido ya de por sí, por nuestra dieta cetogénica. Antes de comenzar con los IF es mejor estar un tiempo en la primera fase (dieta cetogénica).

   Una vez que nos encontramos habituados a los IF, podemos dar una vuelta de rosca con ayunos más prolongados, superior a las 24 horas, en éstos cosas hay que prestar atención a posibles síntomas de hipoglucemia (cosa rara, pero que hay que tenerlo presente).  Después de llevar un tiempo realizando ayunos intermitentes o ayunos más prolongados, es posible que comencemos a percibir nuevamente cierta resistencia para seguir perdiendo más kilos (si ése es nuestro objetivo). Por lo que llega el momento, de dar otra vuelta de rosca. En ésta situación donde nos aproximamos a nuestro peso óptimo es posible que los niveles de cortisol comiencen a ser más elevados de lo normal y nuestros niveles de leptina comiencen a reducirse, ésto provoca más dificultad para seguir perdiendo. Siguientes herramientas:



-RECARGA DE HIDRATOS.-En ésta situación donde nos encontramos con resistencias para perder más peso, o incluso los niveles de energía para nuestros entrenamiento van declinando, es hora de introducir una recarga de carbohidratos que ayude a rellenar nuestros depósitos de glucógeno, disminuya el cortisol y aumente la leptina. Ésta carga de hidratos significa que nuestra, dieta para el día que elijamos será alta en hidratos, moderada en proteínas y baja en grasa.

-DÍA DE SOBREALIMENTACIÓN.-Es posible, que la recarga de hidratos no sea suficiente como para reactivar el metabolismo, por tanto en contraposición a los ayunos, también podemos meter un día de sobrealimentación, es decir comer más de la cuenta, ésto puede ser un pelín complicado para sólo un día, pero si se aplica durante dos o tres días el resultado puede ser fantántisco (no más, o corremos el riesgo de aumentar en exceso nuestro tejido adiposo). Ésta herramienta, digamos que es una vuelta de rosca de la anterior, para situaciones más rebeldes aún. Por tanto tenerla sobre la mesa no está de más, y máxime si nuestros entrenamientos son muy duros. Se puede introducir cada 10 o 12 días.

-DÍA ALTO DE PROTEÍNAS.-Y con ésta damos la vuelta completa a la ingesta elevada de los distintos macronutrientes. Hemos vistos la dieta cetogénica, que es alta en grasa, la recarga de hidratos, y ahora el día alto en proteínas, donde no me voy a extender, pues ya hablé de ella en otro post.

Si nos damos cuenta, de lo que se trata es de variar, variar y variar, de éste modo impedimos una adaptación prematura a la dieta y con ella que detengamos la pérdida de grasa. Pero dicho todo ésto, indicar que todas éstas herramientas se centran en la pérdida de peso. Si nosotros nos encontramos en nuestro peso óptimo, y además entrenamos fuerte, no necesariamente hemos de seguir éstos patrones, con mantenerse en la paleodieta y no necesariamente baja en hidratos (que conste), sería suficiente. Si podríamos experimentar de vez en cuando con los ayunos y las dietas cetogénicas, por eso de romper rutinas, pero nada más.

1 comentario:

  1. Ósea, variedad, pluralidad, multiplicidad, diversidad, heterogeneidad.
    Lo mismo que con el ejercicio físico.

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